Debate

debate-hillary-trumpTerminó el primero de los tres debates entre Hillary Clinton y Donald Trump.  Millones en el mundo lo vimos.  Estábamos prendados de él.  Como si en ello se nos fuera la vida.  Por desgracia, así es.

El mero hecho que no triunfara Trump hizo que el peso descendiera en su cotización frente al dólar.  Como antes, según los “analistas” había rebasado la “barrera psicológica” de los 20 pesos por un billete verde por que el magnate antimexicano se acercara en las encuestas a la ex primera dama de Estados Unidos.

Faltan otros dos debates y poco más de un mes de campaña.  Los equipos de ambos candidatos van a afinar las “bombas” a través de las cuales uno querrá decir que el otro (o el marido de Hillary) es más sucio, más promiscuo, más ladrón o más pendenciero.

Qué tristeza de política.  Qué eliminación de la razón.  Ninguna referencia al sentido trascendente de la vida; a la espiritualidad que mueve al hombre hacia metas superiores. Además de una desilusión es motivo de violencia: “si esos son nuestras mejores personas, las que nos van a gobernar, ¿por qué nosotros tenemos que ser decentes?”

En este número damos voz a una víctima del grupo radical Boko Haram; le entramos al peligroso mundo de la corrupción en México, haciendo la pregunta obligada: ¿quiénes son los corruptos?  Y fijamos, con Jorge Traslosheros, los temas que nos dejó pendientes las dos grandes marchas a favor de la familia…  Buena lectura.

Publicado en El Observador de la actualidad