Muros caídos, muros erigidos

donald-trumpLa campaña de Donald Trump para la candidatura republicana al gobierno de Estados Unidos va viento en popa. Le saca el doble de ventaja a Jeb Bush. Y podría llegar a la Casa Blanca, en enero de 2017.

Eso sería un golpe durísimo a las relaciones bilaterales México-Estados Unidos. Más aún, significaría un retroceso histórico en las relaciones diplomáticas del gigante del norte con todo el resto del continente americano, y con el oriente asiático.

Y uno se pregunta: ¿cuál ha sido la clave del éxito de Trump? La clave está en el muro. En la figura retórica del muro que quiere construir a lo largo de toda la frontera que comparte con México, y que, ha dicho, va a hacer pagarlo a nuestro país.

En el marco de los veinte años de la caída del Muro de Berlín, se organizó en Barcelona un encuentro europeo en el cual participó, entre otros, Tzvetan Todorov. La conferencia de Todorov llevó el nombre que le robé para este artículo. La tesis de la que parte este autor búlgaro, alumno de Roman Jackobson, es que en lugar de haberse extinguido la idea de los muros a la caída del de Berlín, los muros se han multiplicado en el planeta. Con un nuevo ingrediente: son muros contra inmigrantes.

El de Berlín servía para que los ciudadanos no pudieran huir de su país (Alemania Oriental). El que propone Trump, y los que se han construido en otros lugares del mundo, sirven para que los extranjeros empobrecidos, perseguidos, sin oportunidades de trabajo, de educación, de salud, o, simplemente, sin oportunidades de vivir una vida no puedan entrar al país poderoso. “Los muros anti inmigrantes —dijo Todorov— son la reacción de los ricos contra las consecuencias de la globalización en los pobres”.

Y responden a una “lógica” tercamente asumida y difundida por los grandes consorcios de comunicación locales, en este caso estadounidenses (asociados, en su mayoría, aunque no lo reconozcan así, a la tesis fundamental de Trump): que “ellos” son la encarnación de todos los males y “nosotros” de todas las virtudes.

Si “ellos” vienen, “nosotros” vamos a perder los privilegios y las ganancias de “nuestra” sociedad. Es el cinismo egoísta de la vida tras los muros. El cinismo del ultra liberalismo que, por desgracia, nos involucra a todos. Lo de Trump es simple explotación mediática y electoral.

Publicado en Revista Siempre!