Cada víspera e inicio de año, los adivinos nos disparan una serie de predicciones que, normalmente, quedan en eso: en dichos sin sustento. Los horóscopos y sus seguidores dan augurios que halagan al que es Escorpión, Libra, Géminis… Los economistas hablan de crecimiento –que jamás se da—y los politólogos de catástrofes, que siempre son peores.
Solamente la Iglesia habla de paz. Continuar leyendo
México tiene una relación ambigua, desastrosa, con el modo de conducirse políticamente de los estadounidenses. En público, nuestros funcionarios la detestan. O dicen detestarla. Pero en los hechos, la copian como un niño recibiendo dictado de su profesor de primaria.
Hay muchos dramas en el mundo, motivados por la insensibilidad de los gobiernos frente el dolor de la gente. Uno de ellos es Tijuana, el ultimo tramo de la Patria, al noroccidente del país. La frontera más transitada del mundo. Un lugar lleno de contrastes, donde refulge la solidaridad humana (y cristiana) frente al muro que se adentra en el mar y que hace recordar al de Berlín.
En Estados Unidos hay esperanza de un nuevo catolicismo. La unión entre el orden sajón y la devoción latina puede moldear la Iglesia del futuro. En los templos, la precisión administrativa y la organización pastoral se ve animada con una presencia —cada vez más notoria— de hispanos que están cambiando el panorama religioso.
El próximo 12 de diciembre, cuando se celebre el 484 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe a san Juan Diego en la colina del cerro del Tepeyac -donde actualmente se levanta la nueva basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México-, se dará a conocer en Roma el itinerario que seguirá el Papa Francisco en su primer viaje a tierras mexicanas.
Muerto a la orilla de la playa de Turquía, como si durmiera boca abajo, Aylan Kurdi, de tres años de edad, es el símbolo de la estupidez del poder y de la guerra; de la ambición mezquina y de la ausencia del temor de Dios. Su cuerpecito mojado por las aguas del mar Egeo, todavía caliente del último abrazo de su madre, ahogada también en su huida del horror del EI, hace aterrizar en el atroz sentimiento de que es Jesús mismo al que vomitamos en la arena turca.
La campaña de Donald Trump para la candidatura republicana al gobierno de Estados Unidos va viento en popa. Le saca el doble de ventaja a Jeb Bush. Y podría llegar a la Casa Blanca, en enero de 2017.
Cada día se conocen nuevas atrocidades cometidas en contra de los migrantes centroamericanos a su paso por México. Muchos vienen huyendo de la violencia en sus países de origen, y se encuentran con mayor violencia. Otros vienen huyendo de la pobreza y se encuentran con el rostro de la trata de personas. Y así, una larga cadena de agravios.
“Liberando la dignidad humana: un plan para transformar el sistema de detenciones de inmigrantes en Estados Unidos” es el documento que acaba de publicar el Servicio de Migración y de Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) junto con el Centro de Estudios para la Migración, un organismo de estudios internacionales con base en Nueva York.