El manuscrito de la intervención del cardenal Bergoglio en las congregaciones previas al Cónclave (ver este número de El Observador) ha dado la vuelta al mundo. Muchos -como el cardenal Ortega de Cuba-piensan que ese texto fue fundamental para que los cardenales lo eligieran Papa. Es un texto sobre la misión de la Iglesia en el cambio de época; «la dulce y confortadora alegría de evangelizar» que pedía el Pablo VI allá por la década de los sesenta del siglo pasado. Resumen del Concilio Vaticano II y del documento de Aparecida, el manuscrito decisivo del cardenal Bergoglio comienza con una frase misteriosa: «Evangelizar supone en la Iglesia la parresía de salir de sí misma». Continuar leyendo
Juan Pablo II
Tres sin Miedo
Juan Pablo II nos pidió que no tuviéramos miedo a abrirle las puertas de nuestra vida a Jesucristo. Benedicto XVI exigió que pensáramos duro y pensáramos limpio, que no tuviéramos miedo a enfrentar la dictadura del relativismo que se abate sobre el mundo. Ahora, Francisco nos llama a no tenerle miedo -en algunos casos es pavor-a la ternura.
La ternura es el aliento de Dios sobre el barro quebradizo del hombre. Es un hálito de divinidad en nuestra vida. Continuar leyendo
La Iglesia tiene que salvar al mundo de los nuevos bárbaros
«Mitch» Pacwa habló con El Observador sobre los retos que el próximo Papa tendrá que enfrentar en el complejo y cambiante mundo de hoy y cómo la Iglesia puede salir triunfante de ellos.
El padre jesuita «Mitch» Pacwa es una de las figuras más populares de los Estados Unidos. Profesor, autor de numerosos libros, presentador de programas de televisión en Eternal Word Television Network (EWTN), Continuar leyendo
La novedad de la fe
Escoger un tema de los miles que se me presentan como herencia del pontificado de Benedicto XVI es una tarea ingrata. Algunos lo llaman «el Papa de la razón». No creo que sea ésta su principal cualidad. Significaría que Juan Pablo II hubiese sido «el Papa de la emoción», o algo similar Frente a los últimos colosos, Pío XII, Juan XXIII, Paulo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, ¿cómo decir qué distingue a Benedicto XVI? Continuar leyendo
¿Qué significa la visita del Papa para México?
Entrevista hecha por el diario italiano Avvenire por la visita del Papa Banedicto XVI a México a Jaime Septién, periodista católico, director del semanario El Observador de la Actualidad, quien es mexicano, casado y padre de tres hijos. Por lo menos tres cuestiones muy importantes: darle a México, consagrarlo a Cristo Rey y reafirmar el cariño que siente el pueblo fiel por el sucesor de Pedro. Continuar leyendo
Palabra y silencio
Todos los años, por San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, el Papa Benedicto XVI, siguiendo la huella del beato Juan Pablo II, emite el mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales. Sorprende (¿pero hay algo ya que no sorprenda del Papa?) que este 2012, el mensaje sea… sobre el silencio. Continuar leyendo
Telegrama de Juan Pablo II
Lesionados
«Toda persona privada de la posibilidad de aprender a leer, a escribir o a contar se encuentra lesionada en su derecho fundamental a la educación. Queda en situación de desventaja en sus relaciones con la sociedad. El analfabetismo constituye una gran pobreza; con frecuencia es sinónimo de marginación para hombres y mujeres que quedan al margen de una buena parte del patrimonio cultural de la humanidad, e impedidos para desarrollar plenamente Continuar leyendo
Restos del Naufragio
España y muchos otros países europeos, así como Estados Unidos, atraviesan por una enorme crisis económica que puede hacer estallar la de por sí muy débil economía mundial. Cuando se sientan a pensar en el por qué, los gurús de la política, de la economía, de las finanzas, se olvidan de lo esencial: de que solamente es la familia estable –papá, mamá e hijos—la que puede consolidar una sociedad. Continuar leyendo
Nunca más
El mismo día que el mundo elevaba una oración por la civilización del amor, Estados Unidos mataba a Osama Bin Laden y a algunos de sus allegados. Juan Pablo II, quien fue el que evitó, en su momento, el choque de civilizaciones, lo dijo desde el balcón de su departamento durante un Angelus dominical: la guerra no resuelve nada, el crimen solamente satisface los deseos de venganza. Pero no arregla las diferencias entre los hombres: las empeora. Continuar leyendo