Los católicos hemos ido perdiendo el conocimiento, el respeto, el amor por los símbolos que nos dan identidad y, al mismo tiempo, nos proporcionan un profundo sentido de arraigo.
El filósofo inglés Roger Scruton dice, en el prefacio de su libro La Cultura Cuenta, que nuestra civilización occidental ha sido desenraizada. «Pero cuando a un árbol se le quitan las raíces no siempre muere. La savia puede encontrar su camino hacia las ramas, que se rompen en hojas cada primavera, con la esperanza perenne de los seres vivos». Continuar leyendo