“Cero violencia; cien por ciento ternura”

Frente a las cámaras, los políticos de la región —no excluyo a ninguno— se llenan la boca hablando de la niñez como la llave, la esperanza, del futuro. Están, según ellos, volcados a cumplir sus sueños “porque a ellos pertenece el futuro”, etcétera.

Pero la realidad es otra. Los sueños y alegría de 100 mil niñas, niños y adolescentes, en los últimos tres años, se vieron truncados mientras cruzaban la frontera en México para llegar a Estados Unidos; exponiéndose a la violencia, los peligros del camino, la trata de personas, la venta de órganos o la explotación sexual, provocando una verdadera crisis humanitaria, la cual la región es responsable de enfrentarla. Continuar leyendo

Siria: tú y yo

Hace tiempo llevamos a cabo una campaña de oración por México, con motivos de las “desapariciones” forzadas de miles de mexicanos, el asesinato de sacerdotes y periodistas; el brutal clima de violencia en contra de las mujeres, el crudo tratamiento que reciben los migrantes…  “Un corazón de dolor” concitó la oración de miles de nuestros lectores y, seguro, cambió algo en alguna parte del país.

La oración es la herramienta más poderosa que tenemos los cristianos.  Deja un canal abierto a la Gracia. La usamos poco.  Continuar leyendo

Sin juego, con pantalla

Los niños ya no juegan, ven una pantalla.  Hagamos un breve repaso de lo que las pantallas muestran.  Violencia: los contenidos de violencia son cinco veces más frecuentes en los programas para niños que en los programas para adultos.  Sexo adelantado: el promedio de horas de Internet es de 6 horas por mexicano al día.  Los niños comienzan a entrar a los 8 años de edad.  Y tienen disponibles, prácticamente sin restricciones, mil 500 millones de páginas pornográficas. Continuar leyendo

¿Qué hay detrás de un terrorista?

La respuesta a la pregunta que da título a esta colaboración es múltiple, variada, pero paradójicamente similar: el terrorismo islámico es una “respuesta” tangible para quienes no le encuentra sentido a la vida. A la vida personal y, desde luego, a la vida de los que se llevan entre las espuelas.

Tomemos el último de los casos, es de Khalid Masood, el terrorista del atentado de Westminster, en Londres. Era un buen tipo, nacido y criado en Inglaterra, colaborador con los suyos en la primaria, en la secundaria, en la prepa. Nadie le conoció tendencias violentas. Hasta que había cumplido ya los 50 años y vio que en darle muerte a los “infieles” obedeciendo órdenes (“el que obedece no se equivoca”, pareciera ser, a rajatabla, la esencia de estos actos incomprensibles) era lo suyo. Continuar leyendo

Un estilo humanista

Desde hace años he venido insistiendo que la violencia pública comienza con el mal uso del lenguaje.  Hoy asistimos a una feria de insultos en las redes sociales.  Y a la intensificación del bullying, del sexting, del troleo, de las “fake news” (noticias falsas).  ¿Hay una forma de contrarrestar esta andanada?

El Manifiesto de la comunicación no hostil, es una iniciativa surgida en el contexto de un simposio celebrado en Trieste (Italia) en febrero pasado.  Se trata de un decálogo de sentido común, que todos pueden entender y que vale la pena comentarlo en familia, en la escuela, en el café, con los hijos: Continuar leyendo

Los sin voz ya tienen voz

En la reciente Feria Internacional del Libro de Guadalajara se llevó a cabo el foro “Los desaparecidos nos faltan a todos”. En él, hombres y mujeres de todos los rincones del país, nos recordaron una verdad del tamaño de un puño: que los mexicanos ya no podemos voltear el rostro hacia el gobierno y decir que “ellos”, los del gabinete actual y los del pasado, a diez años que Calderón sacó al Ejército a las calles, son los “únicos culpables” de que hoy mismo 30mil personas no “aparezcan”. Continuar leyendo

La insidia

Cristo Redentor Iglesia CatólicaHe recibido comentarios de un reciente artículo que publiqué en este mismo espacio sobre el linchamiento mediático y oficial de los sacerdotes víctimas de la violencia en México: son “culpables” de ser víctimas.  Son “merecedores” de lo que les pasa, por ser sacerdotes…   Sé que es una práctica “normal” en los medios aliados al poder en México, lo que genera es impunidad.  Más impunidad.  Y tensión social.

Pero esto viene de más lejos.  Lo ilustro con una anécdota recogida por don Santiago Ramón y Cajal en sus Charlas de café: “Cuenta el príncipe Borghese que al cruzar la China en automóvil (estamos hablando de 1930), muchos aldeanos, sorprendidos por el extraño artilugio, le decían con aire socarrón: Continuar leyendo

Dejen de “manchar la dignidad” de sacerdotes asesinados, el problema de México es otro

jose-alfredo-lopez-guillenEl 25 de septiembre, en una Misa celebrada al mediodía, el arzobispo de Morelia (Michoacán), el cardenal Alberto Suárez Inda, dio a conocer a los fieles que había sido encontrado el cuerpo sin vida del que fuera el párroco de la Santísima Trinidad en Janamuato, José Alfredo López Guillén.

Más tarde, la Procuraduría General de la República reconoció que el cuerpo en estado de descomposición que se había encontrado en el término municipal de Puruandiro era, en efecto, el del párroco desaparecido desde el domingo 18 de septiembre. Continuar leyendo

¡Sigan atizando leña!

funeral-sacerdotesLas interpretaciones periodísticas y “oficiales” de los tres crímenes cometidos en contra de sacerdotes la semana pasada en el país, no dejan sombra alguna de duda.  Hay “mano negra” contra la Iglesia católica en México.

Primero, la versión el día que encontraron los cuerpos de los padres Alejo Jiménez y Alfredo Suárez, que servían en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en Poza Rica (Veracruz), y más tarde, cuando se descubrió el cuerpo del párroco de la Santísima Trinidad en Janamuato (Michoacán), José Alfredo López Guillén. Continuar leyendo

Pequeño Omran

omranAturdido por las bombas, cubierto de polvo, el rostro ensangrentado, sentadito en una ambulancia como si estuviera castigado en el cole, o participando en una merienda de personas mayores, el pequeño Omran Daqneesh me mira, te mira, nos mira a todos con la incredulidad de la inocencia frente al mal.

Sucedió en Alepo, la ciudad de Siria en la que se disputa –dicen—la batalla final entre las fuerzas leales al gobierno y grupos rebeldes, apoyados, unos y otros, por diversas potencias internacionales.  Es difícil, muy difícil saber qué está pasando en realidad en Alepo, en el resto de Siria, como ayer lo fue (o lo sigue siendo) en Irán, Iraq, Argelia o Afganistán.  Continuar leyendo