La lucha en 140 caracteres

Los sucesos de Charlottesville, Virginia, originados por un choque entre supremacistas y pacifistas —en donde murieron tres personas y que han vuelto a hacer sonar los timbres de alarma sobre el racismo estadounidense— trajeron consigo una extraña batalla en la red social de Twitter: la del presidente “Tweeter” Trump frente al ex presidente Obama.

Mientras que Trump, condenó con un tweet la violencia “culpa de ambas partes” —lo que le atrajo una gran ola de protestas de todo el espectro político de su país, incluyendo a políticos republicanos, por su distancia e indiferencia frente al racismo— Obama rompía un récord de Twitter, con una cita de Nelson Mandela, convirtiéndose en el tweet más popular de todos los tiempos.

El tweet en el que Obama cita a Mandela está dividido en tres partes y dice: “Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, sus antecedentes o su religión… La gente puede aprender a odiar y si puede aprender a odiar, se les puede enseñar a amar… Porque el amor viene más naturalmente al corazón humano que su contrario”.

Obama publicó la cita a través de una serie de tweets emparejado con una foto del ex presidente y un grupo de niños pequeños. Cosechó más de 3.1 millones de indicaciones de “me gusta”. También tuvo más de 1.3 millones de retweets.

Con ello superó un tweet del 22 de mayo de la cantante Ariana Grande, después de un ataque terrorista ese día que mató a 22 personas al final de su concierto en Manchester. El “post” de Grande, a partir del miércoles temprano, tenía 2,7 millones de “likes” y 1,15 millones de retweets.

Todos estos datos serían poco menos que anecdóticos, sin ninguna substancia política, si no fuera por la prevalencia del Tweet en el gobierno de Trump, que ha hecho de esta red social su ámbito privilegiado de toma de decisiones y de ataque a enemigos. Incluso de política interna y exterior.

Como Trump es el presidente del país más poderoso del planeta (y Obama su antecesor), anticipamos la nueva tendencia de los poderosos del mundo: gobernar a 140 caracteres.

Publicado en la revista Siempre!