En México, cuando sucede que los jueces le entran a un asunto de apertura en el renglón de las telecomunicaciones, tenemos toda la justificación para creer que detrás se encuentra la mano negra del duopolio televisivo, tratando de seguir “regulando” ellos dos el mercado televisivo.
La determinación de incompetencia del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) por parte de un juez local del DF, en materia de must offer y must carry —un tema clave para que la televisión abierta se pueda ver en la televisión restringida, sin necesidad de una antena adicional— deriva, por un lado, en el retraso de las decisiones regulatorias en la materia y, por el otro, en la compra de tiempo por las grandes televisoras para presionar, como ellas saben hacerlo para establecer sus condiciones por encima de los intereses de los usuarios.; por encima, también, de la sana competencia que debe propiciarse en la televisión.
El origen de la apropiación de la televisión por parte del comercio viene de muy atrás, viene de los tiempos de Miguel Alemán en la Presidencia de la República, cuando se optó por el modelo de TV comercial en lugar del modelo de TV pública. Para la familia revolucionaria, la TV comercial garantizaba la concesión. Por lo tanto, el manejo subterráneo del contenido informativo estaba igualmente garantizado. Así nació lo que hoy conocemos y lo que hoy tenemos por realidad televisiva.
Se ha solicitado al Ejecutivo su intervención. Peña Nieto ya envió una controversia constitucional a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que resuelva la competencia del IFT en esta materia. A pesar de que la medida tomada por el Ejecutivo es políticamente correcta y necesaria para dar una señal de cumplimiento a las reformas, la controversia retrasará aún más la puesta en marcha de la regulación, han dicho especialistas en telecomunicaciones.
“Me parece una medida de alguna forma dilatoria y le están haciendo juego a las televisoras. La SCJN no creo que vaya a admitir la competencia en esta materia porque no es un requerimiento judicial el que hace el juez simplemente le están informando y al no haber un requerimiento judicial no hay conflicto entre poderes”, dijo a El Universal Agustín Ramírez, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (amedi). Por su parte, en declaraciones al mismo diario, Jorge Fernando Negrete, director general de MediaTelecom Policy and Law, calificó de “desafortunado el hecho de que con criterios formalistas de interpretación jurídica se denoste la validez y protección de un derecho fundamental que está muy claro en la Constitución”.
Es obvio que TV Azteca —de manera menos prudente que Televisa— ve la sombra de Slim frente a ella (y el posible fin del duopolio). Ellos ya “compraron” su tajada y, como Televisa, no les da la gana “compartirla”. Ni con Slim ni con nadie. Pero lo que no debe olvidarse nunca es el interés superior del público. Ya se ha hecho durante sesenta años (la TV comercial nació en 1950). Ya basta.
Publicado en Revista Siempre!