Tras las barras y las estrellas

La emigración de México a Estados Unidos es un complejo fenómeno que no es nuevo. Hunde sus raíces en aquellos tiempos en que no fueron los mexicanos los que cruzaron las fronteras, sino las mismas fronteras las que avanzaron e invadieron los hogares de muchos mexicanos, colocándolos por decreto en tierra estadounidense.

Desde esa fecha y debido a las condiciones de vida que se abismaron en uno y otro lado de la frontera, los flujos migratorios se han venido intensificando, creando una interesante relación simbiótica.

Este es el tema que aborda Agustín Escobar Ledesma, de una manera coloquial en un libro – mosaico que, visto desde los diversos ángulos que nos presenta, nos ofrece un panorama amplio de este fenómeno omnipresente en la vida nacional.

En Tras las barras y las estrellas, Escobar Ledesma ha recogido innumerables testimonios e historias, como de los jornaleros mixes en los campos de espárragos queretanos y de los locales que llegan hasta las Islas Bahamas a trabajar como albañiles y carpinteros.

Se trata de una recopilación de textos publicados entre 1997 y 2008 en diversos medios escritos, entre ellos los suplementos Masiosare y La Jornada Semanal, de La Jornada, Tribuna de Querétaro y Voz de la Sierra.

Historias de sufrimiento y éxito

Muchas de las historias son de sufrimiento, dolor, injusticia; hablan de patrones abusivos, largas caminatas por el desierto, coyotes traicioneros, sueños que no se cumplen.

Pero también están las historias de «éxito», como la de Enrique Hernández Botello, que pasó de lavaplatos a calificado trabajador en una plataforma petrolera. O Gumaro Sánchez Pérez, que regresó de Los Ángeles a su natal San Miguel a instalar una maquiladora de ropa que exporta a Estados Unidos.

Por otro lado, Querétaro es un estado por el cual cruzan los centroamericanos, sobre todo en tren, en su camino a Estados Unidos. El autor cuenta las historias de quienes ayudan a los que atraviesan el estado, como la asociación civil Jesús de la Misericordia y María Concepción Moreno Arteaga, encarcelada por dar de comer a los migrantes.

También está la historia de los santos que ayudan a cruzar la frontera, como Santo  Toribio Romo, un mártir de la persecución religiosa en México, quien ha sido declarado popularmente «patrón de los migrantes».

En las historias personales está entretejida la historia de la región, elementos como las condiciones laborales que empujan a irse y la puesta en marcha del TLCAN.

El último capítulo del libro está dedicado al «otro lado», con una crónica desde California, a donde el autor tuvo que ir para visitar a un amigo encarcelado en una prisión de alta seguridad, cerca de Fresno: «Si Max no hubiera caído en la cárcel, tal vez jamás en mi vida habría ido al Otro Lado. Fue un viaje obligado…».

ESCOBAR Ledesma, Agustín,  Tras las barras y las estrellas. Homo emigrantis queretanensis, Viterbo editorial, Querétaro, 2008, 292 páginas.