Lo viral: “Noticias falsas”

El término “fake news” o “noticias falsas” se ha vuelto viral, justamente porque éstas se han vuelto virales. Con ocasión de los terremotos de septiembre, las redes sociales y los medios tradicionales de comunicación, estuvieron inundados de noticias piratas. Gente de mala voluntad, gente que aprovecha la incapacidad de discernimiento que exhibimos los mexicanos, gente que busca raja política del infortunio… Lo cierto es que ahí están. Y demeritan al verdadero trabajo informativo.

Es difícil enseñarnos a distinguir noticias falsas en redes sociales, dado que hemos estado expuestos, por años, a dos lacras: la información televisiva y la poca gana de leer. Estamos, por decirlo así, amaestrados para abrir la mente y creerlo todo, si está publicado en Facebook por una fuente “confiable”. No hay bardas ni obstáculos. Se ha llegado a “inventar” una realidad que hace palidecer a la realidad real. Y los políticos, como siempre, están en primera fila. Aunque, a la larga, se les revierta.

Es tanto el pantano de las “fake news” que el Papa Francisco ha decidido que la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (la 52ª) tenga el siguiente tema: “La verdad os hará libres” (Jn 8,32). Noticias falsas y periodismo de paz”. La Jornada se llevará a cabo en muchos lugares del mundo el domingo que precede al domingo de Pentecostés (en 2018, será el 13 de mayo).

La anotación que hace Francisco es pertinente: las noticias falsas, insidiosas, infundadas, destinadas a crear confusión y a desorientar, son noticias propias de un periodismo de guerra. Solamente un periodismo de paz puede fundar una sociedad de paz. La poderosa polarización social que suelen provocar las “fake news” lleva a la violencia, a la división y al enfrentamiento. Es decir, a la falta del ingrediente básico para el desarrollo de un pueblo: la confianza en sus instituciones y entre sus ciudadanos.

Francisco —quien se ha erigido como el más confiable comunicador en lo que respecta a las redes sociales— tiene una palabra que decirle no solamente a los medios católicos o cristianos (que, también, caen en noticias falsas), sino a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. A todos los periodistas del mundo, sean profesionales o quieran serlo: que las “fake news” generan “una distorsión, a menudo instrumentalizada, de los hechos, con posibles repercusiones en el plano de los comportamientos individuales y colectivos”.

El nacimiento del periodismo es el nacimiento de la comprensión de las personas sobre la realidad circundante y entre ellas mismas. Falsearlo es falsear la herramienta más necesaria para la concreción de la paz en un planeta convulso. Lleno de mentiras.

Publicado en la revista Siempre!