En su primer discurso como triunfador en las pasadas elecciones, López Obrador hizo un paréntesis en lo que llevaba escrito y agradeció, literalmente, a las “benditas redes sociales” su apoyo. Extraño en un hombre como él que confía mucho más en el boca a boca que en la comunicación virtual.
Ya pasó el tiempo de la confrontación. Ahora es el del análisis. Y sobre esta referencia lopezobradoriana a las redes, habrá que preguntarse en cuánto contribuyeron a su triunfo, o dicho de otra manera, en qué medida confluyeron para minimizar la presencia de Anaya y Meade. Continuar leyendo