En su primer discurso como triunfador en las pasadas elecciones, López Obrador hizo un paréntesis en lo que llevaba escrito y agradeció, literalmente, a las “benditas redes sociales” su apoyo. Extraño en un hombre como él que confía mucho más en el boca a boca que en la comunicación virtual.
Ya pasó el tiempo de la confrontación. Ahora es el del análisis. Y sobre esta referencia lopezobradoriana a las redes, habrá que preguntarse en cuánto contribuyeron a su triunfo, o dicho de otra manera, en qué medida confluyeron para minimizar la presencia de Anaya y Meade. Continuar leyendo
 
			 Acabó el jaloneo electoral.  Viene el tiempo de construir un país con el ingrediente que hasta ayer no había tenido: unión.  Se dice rápido…  La sed de venganza de los perdedores en las elecciones debe ser conducida hacia el trabajo en conjunto. Una grandeza se mide más que por la euforia de la victoria, por la aceptación humilde y solidaria de la derrota.  Es el primer escalón de la democracia.  Y de la libertad.
Acabó el jaloneo electoral.  Viene el tiempo de construir un país con el ingrediente que hasta ayer no había tenido: unión.  Se dice rápido…  La sed de venganza de los perdedores en las elecciones debe ser conducida hacia el trabajo en conjunto. Una grandeza se mide más que por la euforia de la victoria, por la aceptación humilde y solidaria de la derrota.  Es el primer escalón de la democracia.  Y de la libertad.  Todos los medios de comunicación se hacen eco de las encuestas que avalan pronósticos electorales. Ojo, no del resultado de una encuesta (que muestra, como en una foto instantánea el estado que guardan las preferencias electorales), sino el instrumento de teoría de las probabilidades que determina qué candidato “va a ganar” las elecciones.
Todos los medios de comunicación se hacen eco de las encuestas que avalan pronósticos electorales. Ojo, no del resultado de una encuesta (que muestra, como en una foto instantánea el estado que guardan las preferencias electorales), sino el instrumento de teoría de las probabilidades que determina qué candidato “va a ganar” las elecciones. La prensa se hace agua la boca con las próximas elecciones, las más grandes que se hayan celebrado en México. No solo por la cantidad de mexicanos que somos, sino también porque son (más o menos) concurrentes: elegiremos al mismo tiempo miles de puestos políticos. Es decir, forjaremos miles de nuevas fortunas en el país. Y esto es lo que duele.
La prensa se hace agua la boca con las próximas elecciones, las más grandes que se hayan celebrado en México. No solo por la cantidad de mexicanos que somos, sino también porque son (más o menos) concurrentes: elegiremos al mismo tiempo miles de puestos políticos. Es decir, forjaremos miles de nuevas fortunas en el país. Y esto es lo que duele. Para mi generación el 2 de julio de 2000 fue un parteaguas.  Por muchas razones.  ¿La principal?  Que el cambio era posible.  Lo que nos había sido sugerido como una quimera, de pronto se había convertido en realidad.  Poco importaba que el que encabezara el cambio fueran Fox o el PAN.  Era el abanderado de un México que en 1968 se había revelado en contra del autoritarismo de Estado y que en 1985 había descubierto la solidaridad por detrás, por abajo, por un lado de los controles oficiales.
Para mi generación el 2 de julio de 2000 fue un parteaguas.  Por muchas razones.  ¿La principal?  Que el cambio era posible.  Lo que nos había sido sugerido como una quimera, de pronto se había convertido en realidad.  Poco importaba que el que encabezara el cambio fueran Fox o el PAN.  Era el abanderado de un México que en 1968 se había revelado en contra del autoritarismo de Estado y que en 1985 había descubierto la solidaridad por detrás, por abajo, por un lado de los controles oficiales.  La semana pasada, la edición nacional del periódico USA Today, quizás el que más consulta la gente en los hoteles, los restaurantes, los bares y en el transporte público de la Unión Americana.
La semana pasada, la edición nacional del periódico USA Today, quizás el que más consulta la gente en los hoteles, los restaurantes, los bares y en el transporte público de la Unión Americana. Desde hace mucho tiempo política y democracia dejaron de ser palabras respetables. La política ha pasado a ser “la única profesión para la que no es necesaria la preparación”, en palabras de Robert Louis Stevenson. Por su parte, la democracia ya no es más el sistema que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica, sino un proceso amañado, engañoso, basado exclusivamente en ganar las elecciones, y en el que según John Kenneth Galbraith solamente se dirime “la capacidad que tiene el pueblo de elegir lo menos malo de lo malo”.
Desde hace mucho tiempo política y democracia dejaron de ser palabras respetables. La política ha pasado a ser “la única profesión para la que no es necesaria la preparación”, en palabras de Robert Louis Stevenson. Por su parte, la democracia ya no es más el sistema que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica, sino un proceso amañado, engañoso, basado exclusivamente en ganar las elecciones, y en el que según John Kenneth Galbraith solamente se dirime “la capacidad que tiene el pueblo de elegir lo menos malo de lo malo”.  El Papa Francisco fue irónico, enfático, totalmente claro en el vuelo de regreso de México a Roma: “cristiano es el que construye puentes y no es cristiano el que construye muros”. Ergo: Donald Trump –candidato triunfador por el lado republicano del súper martes en Estados Unidos—“no es cristiano”.
El Papa Francisco fue irónico, enfático, totalmente claro en el vuelo de regreso de México a Roma: “cristiano es el que construye puentes y no es cristiano el que construye muros”. Ergo: Donald Trump –candidato triunfador por el lado republicano del súper martes en Estados Unidos—“no es cristiano”. La campaña de Donald Trump para la candidatura republicana al gobierno de Estados Unidos va viento en popa. Le saca el doble de ventaja a Jeb Bush. Y podría llegar a la Casa Blanca, en enero de 2017.
La campaña de Donald Trump para la candidatura republicana al gobierno de Estados Unidos va viento en popa. Le saca el doble de ventaja a Jeb Bush. Y podría llegar a la Casa Blanca, en enero de 2017. Quizá como nunca, el 7 de junio próximo será la prueba de fuego de la estrategia publicitaria con que los diez partidos políticos nacionales intentarán llegar al poder. ¿Para qué quieren el poder? Queda claro: para enriquecerse a costillas de quienes –humillados y ofendidos—seguimos pagando el pato de la ineficiencia, el descontrol, la insensatez y el desfiguro de funcionarios que toman un helicóptero oficial “con fines médicos”… para irse a esquiar a Colorado.
Quizá como nunca, el 7 de junio próximo será la prueba de fuego de la estrategia publicitaria con que los diez partidos políticos nacionales intentarán llegar al poder. ¿Para qué quieren el poder? Queda claro: para enriquecerse a costillas de quienes –humillados y ofendidos—seguimos pagando el pato de la ineficiencia, el descontrol, la insensatez y el desfiguro de funcionarios que toman un helicóptero oficial “con fines médicos”… para irse a esquiar a Colorado.