Amazon ha desarrollado una tecnología impresionante en Internet para acercar los libros —no sé si la lectura— a los usuarios de la red digital en Estados Unidos. Hoy desembarca en México. El llamado “Gigante de Internet” por ser la tienda en línea más grande del mundo, llegó a un país cuyo promedio anual de lectura no rebasa los dos libros.
Alentado por el despegue mexicano de celulares, tabletas y otros dispositivos móviles, y por el crecimiento exponencial de usuarios de redes sociales, Amazon ha decidido orientar sus ventas hacia nuestro país, la “joya de la corona” de las trasnacionales de autoservicio o bancarias, no obstante, según reportes de especialistas financieros, México se encuentre metido de lleno en una recesión económica.
Los datos previos son malos para una empresa como Amazon que vende libros en línea y dispositivos electrónicos para leerlos. Pero no hay duda de que hicieron ya el estudio de mercado y se van a asociar con Gandhi para pegar fuerte entre los lectores de dieciocho a treinta y cuatro años de edad. Un mercado emergente que usa mucho las redes sociales y que se sentirá atraído por esta “novedad” que nos equipara a los vecinos del norte.
A partir de este mes de septiembre, los internautas mexicanos podrán acceder al sitio www.amazon.com.mx para comenzar a comprar en línea la enorme variedad de títulos que incluye un catálogo de más de 2 millones de libros, 70 mil de ellos en castellano y con precios accesibles. En estos días, el dispositivo electrónico de lectura de Amazon, el Kindle, será el único a través del cual se puedan adquirir los títulos, pero muy pronto habrá la posibilidad de hacer pedidos o bajarlos por Internet y conservarlos en la biblioteca virtual de cada quien.
Para México, habrá algunas cuestiones diferentes. Durante el lanzamiento de Amazon en nuestro país, Pedro Huerta, director de contenidos de Kindle para América Latina, hizo mención al proyecto de incluir textos alternativos para la compra en línea: “Incluso tendremos contenido en náhuatl y en otras lenguas indígenas, que para nosotros contribuyen a la visión de Kindle de hacer disponible todo el conocimiento jamás generado por la humanidad en cualquier idioma”.
Los precios especiales de los títulos en castellano estarán disponibles hasta el 30 de septiembre, habrá libros de nueve pesos y una oferta que se irá construyendo con el tiempo y con la demanda de libros por los lectores del país. ¿El fin de las librerías tradicionales? ¿El fin de la industria editorial? Por más que se anuncie, no lo creo posible.
A lo mejor es el principio de algo que don Gabriel Zaid ha estado pidiendo siempre: que se edite en papel solamente aquello que tenga calidad y que haga más respirable la vida del lector, de la gente; que nos haga mejores.
Publicado en Revista Siempre!