«La furia oaxaqueña»

ninos-triquis-campeonesLa semana pasada unos niños de la etnia oaxaqueña de los triquis enseñó a los millonarios seleccionados nacionales de futbol lo que es el orgullo de un país.  Ganaron todos los partidos que enfrentaron en Argentina, durante el Festival Internacional de Mini Basquetbol 2013.

Descalzos, contra jugadores de mayor talla, Germán, Bernabé, Dylan, Abimael, Tobías, Fernando, Anselmo y Melquiades le pusieron el ejemplo al «Chícharo» y compañía; a las televisoras y a los mandamases del deporte nacional.  Siete partidos, siete ganados.  Y con ventaja.  Campeones frente a 54 equipos de otros países de América Latina.

Por estos pequeños, y no por los grandulones inflados de la tele, fue por los que la Virgen de Guadalupe hizo lo que hizo con México: lo que no hizo en ninguna otra nación.

Ellos son el México entrañable: lejos de los políticos, cerca de Dios.  Y un ¡hurra! para su entrenador, Sergio Zúñiga.  Sin tenis, sin la barriga llena, pero con el corazón arriba.  Fieles representantes de 10 millones de indígenas mexicanos que todavía le rezan a Dios y apenas si hablan el español.

Publicado en El Observador de la Actualidad