El Observador de esta semana dedica su tema principal no a la queja por las políticas echadas a andar por el presidente de Estaos Unidos, sino a lo que está haciendo –desde hace mucho tiempo, desde siempre– la Iglesia católica en su conjunto.
La infografía de la página 2 revela, de un solo vistazo, el enorme esfuerzo católico de México y Estados Unidos por aliviar el dolor y por dar esperanza a migrantes y refugiados. En la 3 se detallan algunas de estas acciones, mientras que la 4 y la 4 se dedican a dos iniciativas asombrosas: la Casa de Hospitalidad Juan Diego en Houston y el desayunador salesiano “padre Chava” en Tijuana. Continuar leyendo
Celebramos en este número –junto a Nuestra Señora de Lourdes— la Jornada Mundial del Enfermo. Es al lado millones de personas en su lecho de dolor y sufrimiento, donde la Iglesia católica muestra su verdadera esencia: 26 por ciento de las estructuras de salud en el planeta son católicas y entre 30 y 70 por ciento de las instituciones hospitalarias en países de escasos recursos, son de origen cristiano.
México llega este 5 de febrero de 2017 al centenario de la Constitución en medio de una crisis muy grave. Jacques Maritain, el célebre filósofo católico francés recordaba en uno de sus textos que “las esencia exigen ser respetadas”. Pero, ¿cuál es la esencia de nuestra Constitución?
Una era en la que la información corre por todos los carriles, especialmente por los carriles digitales, no quiere decir (antes al contrario) que estemos bien informados. El Observador de esta semana le entra a un tema más que importante: que somos lo que leemos.
La toma de protesta de Donald J. Trump como presidente número 45 de Estados Unidos, ha llenado de zozobra a muchos mexicanos. En este número de El Observador no queremos –ni podemos– avalar este ambiente de pesimismo que se ha apoderado de nuestra Patria. ¿Hay vida después de Trump? Sí, la hay, en la medida que dejemos de culpar a los otros de nuestras desgracias.
La crisis que vivimos en esta cuesta de enero no es de antier. Viene de muchos años atrás. ¿Cuántos? Desde que la Revolución se bajó del caballo y se volvió institucional. Antes eran las balas las que arreglaban las cuentas. A partir de la década de los cuarenta del siglo pasado, son los planes, los mitos, las mentiras convertidas en verdades y las verdades convertidas en secretos.
Cada año parece la misma historia, pero creciendo. El derecho primario a la libertad religiosa está siendo pisoteado aún en las democracias occidentales (donde se supondría que –por principio—lo que privaría sería, justamente, el Estado de derecho). El Tema de la Semana lo dedicamos hoy a una de las grandes preocupaciones de la Iglesia católica y del Papa Francisco: la persecución a los cristianos.
Este número de El Observador el Tema de la Semana está dedicado a explorar los actos concretos con los cuales podemos extender –hasta el fin de nuestra vida—el testimonio más eficaz de nuestra fe: la misericordia.
Utilizamos el nombre de un célebre libro de Pascal Bruckner para ejemplificar lo que queremos decir en el tema de la semana de El Observador: ante el espejismo del tener, la realidad brutal del consumo exagerado; la forma como la miseria de los objetos termina tragándose la felicidad austera de la misericordia.
Los cristianos tenemos un arma especial para combatir la angustia que nos provoca –como dice Francisco Septién Urquiza—andar buscando en el lugar equivocado: la esperanza. El poeta francés Charles Péguy decía que Dios mismo podía entender la fe y la caridad, pero la esperanza era algo rarísimo entre los hombres.