Enorme alegría desató la designación de Panamá por parte del Papa Francisco como sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud a celebrarse enl 2019.
El presidente del país centroamericano, Juan Carlos Varela, declaró en Cracovia tras la Misa de clausura de la JMJ 2016, que esta será “la gran oportunidad de enseñar los corazones hermosos del pueblo al mundo… es una gran bendición del Papa Francisco, estoy muy contento, muy agradecido”.
Por su parte el cardenal panameño y obispo de David, monseñor José Luis Lacunza, aseguró la tarde de ayer domingo, que pese a ser un país pequeño en territorio y población con 80,000 kilómetros cuadrados y 4 millones de habitantes, Panamá “es capaz de acoger y organizar” una JMJ.
Con la designación, dijo monseñor Lacunza, Panamá sigue uniendo al mundo de una manera muy especial debido a su posición geográfica y las buenas conexiones que tiene tanto por vía aérea como terrestre, (puesto que) tiene un acceso muy fácil para los países de Centroamérica y México, Norteamérica, y también de Suramérica”.
Para el cardenal panameño –recientemente nombrado por el Papa Francisco– lo que se busca con la JMJ es la revitalización de la juventud nacional y de todo el mundo “y conseguir una juventud que sea consciente de dónde viene y que tengan el coraje de vivir el día a día, para poder construir un futuro mejor para ellos y para los demás”.
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