Cuando Jesús dijo que los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos nos estaba previniendo contra todo acto discriminatorio; contra toda violación a la dignidad de cada hombre como hijo de Dios.
Desde luego, como sucede incluso entre hombres y mujeres de “buen corazón”, no lo seguimos. Ni en esto ni en la mayor parte de su doctrina. Pensamos, como Orwell en La rebelión en la granja, que todos somos iguales, pero que hay unos “más iguales que otros…”. Continuar leyendo
México es un país de ciudadanos agraviados pero en el que, paradójicamente, solo uno de cada diez delitos es denunciado por la víctima. Las justificaciones son muchas. Y la llamada “cifra negra”, es decir, la cifra real de la incidencia delictiva del país, crece y se arraiga en la vida cotidiana de la gente, por el inmenso número de casos no denunciados o sin averiguación.
El profesor de filosofía del Boston College, Peter Kreeft, publicó un libro cuyo nombre es muy sugerente: How to win the Cultural War. A Christian Battle Plan for a Society in Crisis (Cómo Ganar la Guerra Cultural. Un Plan de Batalla Cristiano para una Sociedad en Crisis).[1]
Si yo le dijera a usted que a su niño menor de 12 años le diera un cigarro de marihuana o un vaso de alcohol para “quitárselo de encima”, seguramente me diría –y comprendo la razón— que o estoy loco o les estoy queriendo tomar el pelo.
Una encuesta llevada a cabo a lo largo de la primavera de 2017 por el Pew Research Center (PRC) en 38 países de los cinco continentes arrojó como resultado global que el autodenominado Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés) y el cambio climático son las dos más graves amenazas a la seguridad en el mundo.
Cada vez que el Papa Francisco visita una cárcel se dirige a sí mismo esta pregunta: “¿Por qué el/ella están ahí, tras las rejas, privados de su libertad, y no yo?” Es una pregunta que nos interpela. Como tantas otras que hace Francisco en cada uno de sus encuentros con los fieles.
La Organización No Gubernamental Article 19 acaba de presentar un mapa de la libertad de expresión y el derecho a la información en México. Se trata de la primera compilación en el siglo XXI del (lamentable) estado que guarda este derecho humano fundamental en nuestro país.
José Alfonso Eufemio Nicolás de Jesús García Robles , Alfonso García Roble, nació el 20 de marzo de 1911, en Zamora, Michoacán, cuando apenas comenzaba la Revolución Mexicana. Murió en la Ciudad de México el 2 de septiembre de 1991, cuando apenas se disipaban los humos de la Guerra del Golfo Pérsico. En sus 80 años de vida pasó dos guerras mundiales y, por supuesto, supo de y después vio las imágenes del hongo nuclear levantándose el 5 de agosto de 1945 sobre Hiroshima y, pocos días después sobre Nagasaki.
Una de las cuestiones que se ha dejado de lado en la “nueva” concepción de la educación en México es lo que nuestros antepasados consideraban importantísimo: la enseñanza de la lengua materna. Asomarse al siglo XIX, a la primera parte del siglo XX, es asomarse a un dominio del lenguaje muy diferente al de hoy.