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A mi modo de ver

… estamos en el vértice de una de las encrucijadas más complejas de nuestra historia moderna.  Por un lado, la amenaza del nuevo gobierno de Estados Unidos; por el otro, la incuestionable corrupción que carcome todos los espacios de la nación mexicana.  Y, mirando las noticias, la crisis de valores fundamentales en que se suceden asesinatos, violaciones, robos, ultrajes (las mujeres son recipiente de una agresividad insospechada), desviaciones de fondos por los políticos, apología de la violencia, tráfico de armas y ausencia general de orden, de ley, de amor por el prójimo, de respeto y ayuda al más pobre…

… a mi modo de ver, solamente volviendo al temor de Dios esta nación va a ser lo que tenía marcado como destino, tras el acontecimiento guadalupano.  Un temor que no es miedo, sino acatamiento de su Voluntad.  Dios nos quiere felices, pero en la única felicidad que cuenta: la que proviene del amor.  Y por ello nos dio –a través de Jesucristo—el camino verdadero, la verdad que salva y la vida para encontrar libremente a ambos.  Y María de Guadalupe como la gran intercesora.

…a mi modo de ver, podemos cambiar.  Sí que podemos cambiar.  Mirándonos como hermanos, como hijos del mismo Padre, como una nación privilegiada, con un proyecto de ser en el mundo y con una responsabilidad de transformar el mal en bien.  Recibiendo al Niño Jesús en nuestra mente, en nuestro corazón y con toda el alma dispuesta.

… a mi modo de ver, está Navidad puede, debe ser la mejor Navidad de nuestras vidas.  Si renunciamos al egoísmo y descubrimos el maravilloso encanto de ser mexicanos, católicos, guadalupanos, buenos, en el buen sentido de la palabra bueno.

Publicado en El Observador de la actualidad No. 1120

Un comentario

  1. Querido Jaime:

    Tu reflexión escrita es buena. Claro que sí. Será mejor si eliminas tus propuestas religiosas o algunas de ellas.

    Ninguna nación o país del mundo se arregla o se ha arreglado por dinámicas religiosas.

    La política que es el arte de gobernar no necesita de religión alguna para hacerlo. Los países que precisan de religión están en la más obscura Edad Media.

    Gracias a Dios nosotros los mexicanos hemos logrado un estado laico y el regreso a la Edad Media no es posible bajo ninguna premisa.

    Nuestra nación está podrida hasta el tuétana. Necesitamos una regeneración nacional.

    Tú ya iniciaste desde hace mucho tiempo la regeneración nacional. Yo también. Andrés Manuel López Obrador, más terco que diez mulas juntas, no ha dejado de hacerlo desde varios años atrás. Por eso la patria está en barbecho.

    En poco tiempo más comenzaremos a ver los frutos del trabajo cotidiano de tantos mexicanos que desde diferentes organizaciones sociales están formando la masa crítica que este país requiere para conseguir un formato justo, equitativo y democrático.

    Muchas gracias por tus reflexiones, que nos son de total utilidad.

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