La tercera

Todos los medios han festejado la posible aparición de una tercera cadena de televisión abierta. La opinión publicada presiona a la Cofetel para que deje vía libre al mercado y el televidente tenga más opciones de calidad en su aparato receptor. Pero, fiel a su costumbre, Gabriel Zaid, en su colaboración mensual de la revista Contenido (marzo del 2012), pone el dedo en la llaga: ¿de veras va a beneficiar a los televidentes?

Por supuesto que no. Por una sencilla razón. Porque en México, la televisión abierta es gratuita, no recibe subvención (directa) del gobierno, tiene que entregar su producción tanto como su programación a los anunciantes, y para que alguien se anuncie en la televisión, necesita que el medio sea “popular”. Entiéndase “popular” en el sentido peyorativo del término. Es decir, chafa, espectacular, alburero, vulgar, superficial… El televidente estaría condenado a más de lo mismo.

Marcuse —en una de las pocas cosas que entendí de El Hombre Unidimensional— hablaba de que el tamaño de la oferta (de cadenas de televisión, por ejemplo) no significaba pluralidad de contenidos, sino que era la misma gata pero revolcada varias veces. ¿Hay una distinción clara entre las dos cadenas nacionales que operan hoy en día en México? Si no la hay, ¿cómo se puede construir en una tercera cadena que operará con la misma lógica mercantil de las otras dos?

Zaid advierte que cabría la posibilidad de un modelo de televisión pública como BBC o PBS en Inglaterra o Estado Unidos. Pero si se echa una mirada al gobierno, se saca la conclusión inmediata que esto no es posible aún. Demasiadas trabas burocráticas, de poder, de “competencia” electoral, se juntan para que la cosa no salga por ahí ¿Qué otra salida hay? ¿Reforzar lo que se ha llamado el duopolio?

La propuesta es la de una iniciativa privada culta, deseosa de invertir en calidad, en creación de conciencia, identidad, en contenidos que puedan entretener, sí, pero también informar y formar en lo que es valioso por sí mismo. No sé si exista esa iniciativa privada. Pero podría ser la tercera cadena que está discutiendo Cofetel. Y que todos aplauden, sin saber por qué.

Publicado en Revista Siempre!