La imagen que tengo de mi país en las Olimpiadas de Río es de vergüenza. Somos campeones mundiales, pero en bullying. Una sarta de haraganes destrozaron a la gimnasta Alexa Moreno porque no les parecía su físico, como si ellos fueran musculosos atletas. Y aunque lo fueran: ¿quién les ha dado derecho a burlase?
Muchos se preguntan, una y otra vez, por qué en México hay tanta violencia. Fíjense en los comentarios y los “memes”. Porque ya no hay temor de Dios (para muchos jóvenes y no tan jóvenes, Dios ha muerto) y porque también –como lo explica el psicoanalista italiano Luigi Soja en su espléndido libro La muerte del prójimo—el otro ha dejado de existir. Continuar leyendo