El primer documento oficial del Papa Francisco “Evangelii Gaudium” recoge, sintetiza y relanza –con una gran influencia de Aparecida—las aportaciones del Sínodo de 2012: “La nueva evangelización para la transmisión de la fe”.
Comienza con una frase que retrata al Papa: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”. La alegría de ser portador de la buena nueva para los demás, no puede dejarnos indiferentes, cumpliendo tan sólo con la Misa de obligación los domingos y fiestas de guardar. Continuar leyendo
Estaban muy quitados de la pena los asistentes al Ángelus del pasado domingo, escuchando al Papa Francisco, cuando, de pronto, surgió en el Santo Padre el humor desbordante del Padre Jorge. Les dijo que les iba a recetar a todos los ahí presentes una nueva medicina. Como acababa de estar resfriado, la gente seguramente pensó que se trataba de una medicina para el catarro. El Papa preguntó:
Al paso del tiempo, las homilías pronunciadas espontáneamente, sin haberlas escrito antes, en la pura reflexión del Evangelio del día, del Papa Francisco en la capilla de Santa Marta, van a hacer historia.
Es una de las aspiraciones máximas de los mil 300 millones de católicos que hay en el mundo. Un privilegio poder saludar al Santo Padre Francisco; poder intercambiar unas palabras con él y pedirle bendiciones para la familia, la empresa, el país.
En el transcurso de la vida –a veces con violencia, a veces con necedad—rehúyo al mero compromiso con otro. Más aún si se trata de hablarle de Dios. Un súbito temor al ¿qué dirá? me invade. Tartamudo, cohibido, parloteo acerca del tiempo, del futbol, de lo mal que está la reforma hacendaria…
Para Vanessa y Francisco, que Dios los acompañe y los bendiga
Muchos de ustedes vieron la película de Steven Spielberg, La lista de Schindler (Estados Unidos, 1993) La película cuenta la historia de Oskar Schindler, un empresario alemán que salvó la vida de alrededor de mil 100 judíos polacos durante el Holocausto. Está basada en la novela El arca de Schindler (Schindler’s Ark), escrita por Thomas Keneally.
El Papa Francisco ha ganado una batalla decisiva para situarse como un referente mundial para lograr la paz entre los pueblos. El pasado sábado protagonizó una jornada ecuménica, en el más amplio sentido de la palabra, para rezar por la paz en Siria y por detener la guerra en donde quiera que ésta se produzca.
De las muchas frases y palabras del Papa Francisco durante su estancia en Brasil -después de madurarlo y darle vueltas-escogí una. La que le dijo a los jóvenes argentinos reunidos en la Catedral de Río de Janeiro: que no «licúen» la fe. Hay -dijo Francisco- licuados de manzana, de banana, de naranja… Pero la fe en Cristo hay que tomarla enterita, sin volverla líquida. Es una sólida piedra sobre la cual es posible construir el sentido de la vida. Es la única fe que no nos traiciona.
Monseñor Aguiar, Presidente del CELAM, sobre el Papa Francisco: «Es un gran evangelizador»