La paz es posible

papafranciscoliderpazEl Papa Francisco ha ganado una batalla decisiva para situarse como un referente mundial para lograr la paz entre los pueblos. El pasado sábado protagonizó una jornada ecuménica, en el más amplio sentido de la palabra, para rezar por la paz en Siria y por detener la guerra en donde quiera que ésta se produzca.

“Quisiera dar las gracias a todos aquellos que, de una u otra forma, se unieron a la vigilia de oración y ayuno de ayer en la noche (por el sábado 7 de septiembre) Gracias a las numerosas personas que han ofrecido sus sufrimientos. Gracias a las autoridades civiles, a los miembros de otras comunidades cristianas y de otras religiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad que han vivido, con este motivo, momentos de oración, ayuno y reflexión”, ha dicho el Papa después de rezar el Angelus del domingo pasado.

Importante, porque hubo cualquier cantidad de personas no creyentes que se unieron en una campaña lanzada súbitamente, a través de redes sociales, con una sola mención de Francisco en el Vaticano. Ante las potencias de guerra el mundo necesita unirse. Y las redes sociales le dan la posibilidad de hacerlo. Sin embargo, las redes necesitan un liderazgo moral que aglutine esfuerzo por la paz. Ese es el Papa. Un jesuita que ha venido “del fin del mundo” para poner de cabeza las propias estructuras de la Iglesia católica y, ¿por qué no decirlo?, relanzar el diálogo entre religiones, factor clave —creo yo— para pacificar a la rijosa humanidad.

“El compromiso continúa —ha dicho el Pontífice—. ¡Sigamos con la oración y con las obras de paz! Les invito a seguir rezando para que cese inmediatamente la violencia y la devastación en Siria y para que se trabaje con renovado empeño por una justa solución al conflicto fratricida. Pidamos también por los otros países de Oriente Medio, especialmente por el Líbano, para que encuentre la anhelada estabilidad y siga siendo modelo de convivencia; por Iraq, para que la violencia sectaria deje paso a la reconciliación; y por el proceso de paz entre israelitas y palestinos, para que avance con determinación y audacia. Pidamos también por Egipto, para que todos los egipcios, musulmanes y cristianos, se comprometan a construir juntos la sociedad buscando el bien de toda la población”.

Medio Oriente se encuentra al borde de la conflagración, una vez más. “¡La búsqueda de la paz es un camino largo y requiere paciencia y perseverancia! ¡Sigamos rezando!”, terminó diciendo el Papa. Importante: la paz no se logra con una sola iniciativa. Todos, desde su lugar, pueden abonar a ella. Todos. Los unos orando, los otros actuando, los demás siendo considerados con su prójimo. Es el mensaje profundo de las religiones. Mensaje que se ha perdido, justamente, en los horrores de la guerra.

Publicado en Revista Siempre!