En los últimos cinco años, 19 periodistas han sido abatidos en México, lo cual pone al país como el más peligroso para ejercer la profesión en un contexto en el que no existe una guerra interna. Una de las víctimas fue la periodista Miroslava Breach.
La protección al gremio en México y en América Latina es una promesa de los gobiernos de la región, pero una promesa que está lejos de cumplir su objetivo: que los periodistas puedan informar e investigar sin tener que temer que sus vidas corran peligro. Continuar leyendo
Tras la experiencia vivida durante el terremoto del 19 de septiembre pasado, en el que la solidaridad juvenil puso a México como ejemplo mundial de lo que los jóvenes pueden hacer por los demás, y de cara al próximo Sínodo que se realizará en Roma con el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, los obispos de México han decidido declarar el Año de la Juventud.
La prensa se hace agua la boca con las próximas elecciones, las más grandes que se hayan celebrado en México. No solo por la cantidad de mexicanos que somos, sino también porque son (más o menos) concurrentes: elegiremos al mismo tiempo miles de puestos políticos. Es decir, forjaremos miles de nuevas fortunas en el país. Y esto es lo que duele.
Hubo una vez en que los partidos políticos hacían política. Preparaban a su gente para hacer política. Buena o mala, pero política, al fin y al cabo. Sabían que tenían que conducirse con alguna propiedad, ser fieles a un ideal, estudiar, entender la realidad del lugar al que aspiraban gobernar y tratar de convencer a sus votantes de que eran la mejor opción.
Uno de cada tres latinoamericanos pagó sobornos por servicios públicos básicos durante 2016. Uno de cada dos mexicanos lo hizo en ese mismo período. Conclusión: los mexicanos somos los que más mordidas pagamos en la región de América Latina y el Caribe.
El analista, historiador y politólogo alemán Georg Eickhoff, en su columna semanal “Agenda Internacional” del periódico mexicano *El Observador,* se ha tomado una pausa en sus artículos de actualidad global para referirse “a otro tipo de actualidad”.
Los “milenials” tomaron la batuta de la acción tras el terremoto del 19 de septiembre. Y de paso, también del 7 de septiembre. Y es que los “milenials” tienen en su mano las redes sociales. Lo cual fue aprovechado por muchos para hacer campaña de desprestigio a todo lo que sonara a pasado. Está bien. Perfectamente correcto. El pasado, sobre todo el pasado político de México, tiene que ser corregido. Posee una cantidad de grietas inmensas. Sobre todo, las grietas de la corrupción, del autoritarismo, de la impunidad y de la politización de todo lo que sucede en nuestra Patria.
El terremoto del pasado 19 de septiembre ha traído miles de fotos de héroes anónimos, de personas como Eddy, un muchacho de Morelia (Michoacán), que estuvo horas trabajando para sacar de los escombros a un amigo en la Ciudad de México, no obstante estar en silla de ruedas; o la de la perrita “Frida”, que ahora es famosa en Japón, por trabajar junto con los rescatistas de aquél país…
El 19 de septiembre ha quedado ya como un sello en el corazón de México. 1985 y 2017, mismo día, 5 horas 57 minutos de diferencia. 10,000 y 331 muertos “oficiales”. Entonces como ahora la solidaridad inmediata, civil, humanísima, del mexicano de a pie fue y es la gran esperanza de cambio. Que no se apague.
El reporte actual del sismo de 7.1 grados Richter que sacudió el centro de México el martes pasado a la 1:14 tiempo del centro del país, es de 233 personas fallecidas, un número todavía no cuantificado de heridos y desaparecidos.