Elogio de la lectura

Leer y leer bien nos hace dueños de nosotros mismos.  Lejos de creer que nos puede pasar lo de don Quijote, que según Cervantes enfermó del mucho leer y del poco dormir, lo que puede llegar a fomentarnos la lectura es el buen lenguaje.  La capacidad de decir lo que pasa nos dice lo que somos.  Y de construir los grandes principios, las virtudes que nos colocan en seguida en la línea de la ciudadanía.  ¿Leer lo que me da la gana?  Sería tanto como decir que una buena alimentación consiste en comer solamente pasteles.  Continuar leyendo

Alabanza de la lentitud

alabanza-a-la-lentitud1para Pepe Gordon e Ignacio Solares

Tal es el título del libro de Lamberto Maffei (Grosseto, 1936), recientemente publicado en español por Alianza Editorial. Uno de los textos que me ha impresionado más en los últimos años. La era digital desmenuzada desde la neurobiología. No se trata de un libro de recetas para mejorar la memoria, enfrentar el Alzheimer, ganar amigos o conversar en público. Es una investigación rigurosa de la feliz combinación que existe cuando pensamiento rápido y pensamiento lento se conjugan para crear belleza. Y belleza no es nada más arte. También es —y principalmente— conservar el entusiasmo (etimológicamente, “Dios adentro”). Continuar leyendo

Vicente-Nario

Hace tiempo que los espectaculares de la Librería Gandhi, en las ciudades del país donde se ha extendido, ganan la atención de los conductores y acompañantes por su ingenio, calidad y, a veces, humor del bueno. Asuntos como “Si no lees, no existo” o “Los libros, güey, aumentan güey, tu lenguaje, güey”, han sido éxitos sonados de publicidad. No sé si las ventas de la librería han aumentado o no. Lo que sí me doy cuenta es que se pueden hacer campañas de promoción de la lectura sin tener que recurrir al tono lacrimógeno o a la amenaza tipo “si no lees eres un tipo malo” (cosa que no se dice, pero que se desprende de muchos textos al respecto del fomento a la lectura).

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