Monseñor Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Acapulco (México), ha puesto en marcha, con la participación de más de cincuenta jóvenes de cinco parroquias focalizadas con el mayor índice de violencia en Acapulco, el primer taller de capacitación de los Equipos Parroquiales Animadores de los Centros Juveniles por la Paz.
Los Centro Juveniles por la Paz se enmarcan dentro de la Campaña #Por1MexicoenPaz, propuesta por la Conferencia del Episcopado Mexicano y el Proyecto de Construcción de Paz de la arquidiócesis de Acapulco, que responden a la realidad de violencia que están viviendo las y los jóvenes de esta ciudad, la más violenta de México y una de las tres más violentas de América Latina. Continuar leyendo
“Iremos a lugares en donde el Estado no entra” es la consigna de un ambicioso plan que ha lanzado la arquidiócesis de Acapulco, a cuyo frente se encuentra monseñor Carlos Garfias Merlos.
Antaño, hace apenas un lustro, menos quizás, una estrella seguida por millones de fanáticos —sea de cine o de televisión— tenía que haber hecho una carrera, estudiado en una universidad, haber realizado labores de intendencia, de jala-cables, de manager de piso, de apuntadora, de recogedor de los desperdicios de las pizzas que se comió la tropa tras una jornada de quince horas en el estudio…
Google ocupa el primer lugar entre las empresas donde los jóvenes latinoamericanos quisieran trabajar, según la encuesta “Empresa de los Sueños de los Jóvenes 2014”, realizada a 77 mil 840 jóvenes universitarios, que incluye a todos los países del subcontinente. En tanto, Steve Jobs es el líder más admirado por los jóvenes latinoamericanos.
El pasado 17 de mayo se celebró el Día Mundial del Internet. Por tal motivo, la red de organizaciones RedNATIC y Google, con el apoyo de Save the Children, han lanzado “Todo a 1 Clic”, una campaña dirigida a los adolescentes que busca sensibilizar y fomentar un uso responsable de la red entre los jóvenes de países como México.
A pesar de lo que se diga aquí y allá, en México vivimos una espantosa crisis de sentido de la vida. No sé si sea la falta de oportunidades de empleo, si sea la «enseñanza» de la maestra de los mexicanos más jóvenes, la televisión, ahora el Internet, pero lo cierto es que en menos de una década la tasa promedio de suicidios de niños y jóvenes se ha duplicado en nuestro país.
Una nueva locura recorre el país. Una locura que puede ser evitada si hubiese menos exposición a los medios, menos “pactos” en Internet, más atención de padres y maestros y más oportunidades de trabajo en México. La locura del suicidio de niños, adolescentes y jovencitos. Hombres y mujeres; ricos y pobres.
El mundo on-line tiene en México una presencia masiva de adolescentes entre los trece y los dieciocho años de edad. ¿Qué hacen cuando navegan? El más reciente Estudio de Consumo de Medios entre Internautas Mexicanos, IAB México da la pista para entender la próxima generación.
De las muchas frases y palabras del Papa Francisco durante su estancia en Brasil -después de madurarlo y darle vueltas-escogí una. La que le dijo a los jóvenes argentinos reunidos en la Catedral de Río de Janeiro: que no «licúen» la fe. Hay -dijo Francisco- licuados de manzana, de banana, de naranja… Pero la fe en Cristo hay que tomarla enterita, sin volverla líquida. Es una sólida piedra sobre la cual es posible construir el sentido de la vida. Es la única fe que no nos traiciona.
El Papa Benedicto XVI ha dado una lección de arrojo ante la pazguata actitud de muchos cristianos que nos encogemos de hombros o echamos culpas por la revolución tecnológica y de las comunicaciones que estamos viviendo. Tuitea, tiene seguidores en facebook, lanza mensajes como el de la próxima jornada mundial de las comunicaciones sociales, en los que nos invita a conquistar -con nuevo ardor y método-el continente digital. No tener miedo o, más bien, saber que el miedo no existe más que para el indiferente ante Dios.