Por más que se quiera ocultar la realidad, nuestro país se ha metido en una espiral de violencia que solamente un verdadero pacto de unidad nacional lo podría detener. A ello ha convocado —en su toma de posesión como arzobispo primado de México— el cardenal Carlos Aguiar Retes. Pero una cosa es la convocatoria y otra, muy diferente, es que le hagan caso.
Sin embargo, las cifras hablan de un pacto, acuerdo o lo que sea, pero urgente, sin seguir la lógica (ilógica) de los partidos políticos y sin la presencia de los que mueven el tablero de títeres en que se ha convertido “el mercado”. Continuar leyendo
Debido a la inseguridad, los mexicanos hemos cambiado —casi se diría absolutamente— nuestro modo de vida. La cultura, el turismo, la convivencia, las elecciones, todo lo que de ordinario hacíamos con nuestro tiempo de ocio, se ha detenido por miedo.
Los documentales de los niños incómodos han incomodado, justamente, a más de alguno de los dirigentes políticos que han creado las condiciones esenciales para que estos documentales se produzcan. Niños parodiando adultos solamente se veía en los programas de diversión. En todo caso, se ha llegado, con bastante timidez, a que los niños hagan lo que hacen los políticos. 