La primera (y la mejor)

Siempre he guardado cariño por la figura de Morelos. Junto con Hidalgo –con todas las contradicciones que la condición humana acarrea— he visto en ambos una doble vertiente que nos interesa explorar en este y el próximo número de El Observador: el amor a la Patria junto con la religión católica. Continuar leyendo