El Papa ha escrito una carta al presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), el cardenal Marc Ouellet, en la que continúa la reflexión del pasado encuentro de marzo en el que la CAL tocó el tema del indispensable compromiso de los laicos en la vida pública de los países latinoamericanos.
Fiel a su costumbre –bendita costumbre—el Papa no se calla lo que una prudencia “políticamente correcta” invitaría a pasar por alto. Enfrentando el error del clericalismo, la carta al cardenal Ouellet (que debería ser leída en todos los rincones de América Latina) tiene como punto central, a mi juicio, el siguiente párrafo: Continuar leyendo