El ejemplar que tiene en sus manos representa el inicio del año 24 de El Observador. Dios ha sido espléndido con los que trabajamos en esta empresa laical al servicio de la comunidad católica de México. Y, poco a poco, del mundo de habla hispana.
Nuestra directora general adjunta, Maité Urquiza, un servidor y todos los que formamos parte de esta familia editorial, solamente tenemos en nuestro corazón una palabra para Dios y para ustedes: gracias. Continuar leyendo