He terminado de leer Luz del Mundo, el libro de entrevistas que le hiciera Peter Seewald al Papa Benedicto XVI. ¡Es un gran libro! Como bien dice la contraportada, «nunca antes en la historia de la Iglesia un Papa había respondido con tanta franqueza a las preguntas de un periodista en una entrevista directa y personal». En efecto: nunca antes.
Autor: Jaime Septién
Cacería de pedófilos
Un buen propósito para este año, de quienes acostumbran a navegar por Internet, sería ayudar a las autoridades a encontrar pedófilos encubiertos en la red, sobre todo en la red social de Facebook, en YouTube o en las otras redes sociales; denunciarlos y hacer que los aprendan. Estos criminales no pueden seguir sueltos, dañando lo más delicado de la sociedad: las niñas y los niños.
¿Por qué es santo?
En el reciente título publicado en español ¿Por qué es santo? (Ediciones B, 2010), los autores, Slawovir Oder y Saverio Gaeta, resumen en 186 páginas las razones por las cuales Juan Pablo II debe ser beatificado, luego de haber pasado casi seis años de su retorno a la Casa del Padre. No es un recuento de milagros, sino de algo más milagroso: el milagro de la vida íntima, de piedad, de austeridad, de oración, de sacrificio, desprendimiento y amor al prójimo en sus 84 años, 9 meses y 13 días de existir.
En busca del alma mexicana
Se presentó el Almanaque de la historia de México, de Jaime Septién, primera obra en México de la editorial Ciudadela. Almanaque de la historia de México es una forma amena de contar la historia, es una manera de saber lo que sucedió en México el día en que tú naciste, esa fecha en que te casaste o cuando nacieron tus hijos.
¿No que lo iban a prohibir?
Previo al Mundial de Futbol que se celebró el año pasado en Sudáfrica, los altos dirigentes de la empresa trasnacional en que se ha convertido la FIFA anduvieron propalando la especie de que iban a prohibir las manifestaciones religiosas de los jugadores y entrenadores de los diferentes equipos que coincidieron en la justa deportiva. Fue eso, nada más: una amenaza. Nadie hizo caso.
La libertad religiosa: un derecho en silencio
Al iniciar el año 2011, el Nuncio Apostólico de Su Santidad en México, monseñor Christophe Pierre, lanzó un mensaje, desde la Basílica de Guadalupe, que sonó muy claro entre los actores políticos que se presentan a iniciar un año decisivo en la lucha por la sucesión del 2012: la paz en nuestro país pasa por el respeto a la libertad religiosa.
¡Paz!
El mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para esta Jornada Mundial de la Paz no puede ser más claro: la libertad religiosa es el camino de la paz; si no se respeta el derecho humano universal a profesar —en público y en privado— la creencia religiosa de cada uno, el equilibrio de la humanidad está en peligro inminente de romperse. Y el cristiano es, hoy por hoy, el creyente más perseguido de todos.
Escuela del amor
Este domingo, último domingo del año civil, la Iglesia nos pide que, en nombre de la Sagrada Familia, recuperemos el sentido de fortaleza de la sociedad mexicana que reside, justamente, en la familia. Hay muchos gobernantes, legisladores, candidatos y suspirantes del poder que se promocionan como adalides de la defensa de la familia. Pero actúan en sentido contrario. La destruyen aprobando leyes y reglamentos que, por ir en contra del cimiento de la familia, es decir, por ir en contra del matrimonio entre hombre y mujer, van en contra de la cohesión social.
El 11-s de la diplomacia
Al-Qaeda golpeó las Torres Gemelas y el corazón de Estados Unidos; Wikileaks (la enciclopedia gratuita de las filtraciones) ha golpeado, con tanta fuerza como los aviones secuestrados a Nueva York y el Pentágono a la diplomacia estadounidense: la ha dejado al desnudo, con todas sus taras y sus fobias; también, con toda la mala leche de quien se ha autoerigido como el sheriff del planeta Tierra.
Feliz Navidad y no «felices fiestas»
El arzobispo emérito de San Luis Potosí, don Arturo Szymanski Ramírez, me hacía notar hace algunos días que en los programas de televisión y en las tertulias de la radio, ahora, a los conductores y locutores les ha dado por decir «felices fiestas» en lugar de «feliz Navidad». Como vivimos en un «Estado laico», creen estos señoritos y señoritas que es políticamente correcto suprimir el espíritu cristiano de la Navidad y transformarlo en una vocación pagana, de consumo, alteración, jolgorio, guateque y babosadas.