A la mitad de las campañas políticas, la moneda está en el aire. Tras el post debate y los abucheos de Peña Nieto en la Ibero, las cosas parecen encontrarse en un punto muerto. Josefina no avanza, AMLO se queda donde está. Pero, ¿es esto realidad?
No, no lo es. Cuando decimos que el triunfo del PRI es un hecho, estamos siendo víctimas de una publicidad insidiosa, que señala que no hay ni indecisos ni gente que, en este momento, no tiene idea por quién va a votar. Continuar leyendo