Estados Unidos es, sin duda, el más grande productor y consumidor de pornografía entre los países de Occidente. Y del mundo. En 2014, la Unión Americana alcanzó 428 millones de servidores de páginas web pornográficas, seguida, muy de lejos por Holanda con 187 millones y por Reino Unidos, con 82 millones.
Tan sólo en Estados Unidos, el cine porno genera ganancias anuales por encima de los 10 mil millones de dólares, mucho más que lo que genera, por ejemplo, la liga de Baloncesto. Se estima que 5,5 millones de norteamericanos emplean más de 11 horas a la semana en los sitos porno, lo que se define como adicción. Al menos uno de cuatro usuarios habituales de Internet visitan sitios pornográficos, como mínimo una vez al mes, más gente de la que entra a sitios deportivos o gubernamentales. Continuar leyendo