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85, 7

«Me encuentro en la recta final del viaje de mi vida y no sé qué me espera. Sé, sin embargo, que la luz de Dios existe, que Él ha resucitado, que su luz es más fuerte que cualquier oscuridad; que la bondad de Dios es más fuerte que cualquier mal de este mundo. Y esto me ayuda a seguir adelante con seguridad. Esto nos ayuda a seguir adelante, y en esta hora doy las gracias a todos aquellos que constantemente me hacen sentir el ‘sí’ de Dios a través de su fe».

Conclusión de Benedicto XVI al cumplir –el pasado 16 de abril—85 años. La luz triunfa sobre la oscuridad que asalta a muchos (es humano) en el tramo final. Lección de vida. Incluso para millones de jóvenes-viejos, que no esperan nada, que no adoran, que no creen. El bien triunfa sobre el mal. La sabiduría se impone al mero conocimiento. La sabiduría mayor: Dios existe. Y Dios es bueno. Ante la crisis recurrente de inseguridad, una voz dulce, llena de años y de fragancias: vale la pena vivir para servir.

¿El Papa de transición? Mueven a risa los «vaticanólogos». Decían: «no va a saber»; «no va a poder». Con fiereza lo acusaban de ser mil tonterías. «Va a vaciar las plazas»; «viene a México a cumplir una agenda política»; «nadie va a ir al Cubilete». Siete años de pontificado este 19 de abril. 23 viajes internacionales. El próximo, en septiembre, al Líbano. En ninguna de sus alocuciones, de sus decisiones, ha dejado de brillar la luz. Es un enamorado de la luz. Porque ahí ve a Dios. Y el papel de la Iglesia. No, señores, no es un club privado, donde cada quien tiene sus intereses y se juega sus cartas. Es una pasión por la verdad. Y por comunicarla al mundo.

En siete años el «Papa de transición» ha afrontado la maledicencia haciendo de piedra sus mejillas. Devolviendo bondad por cada mandoble; alegría por cada desfachatez. Y esa enorme cultura que me enorgullece como católico. Ese saber ver más allá. Ir a la raíz. Con elegancia, suavidad, certeza. Si pudiera resumirlo en una frase, diría que el «Papa de transición» es lo que Chesterton llamaba «el hombre eterno». Ese hombre que, desde el sitio con mayor exposición de la tierra, muestra a los hombres que Jesús es el camino y que lo demás son veredas a ningún sitio. ¡Que cumpla muchos años, Santo Padre!

Un comentario

  1. Excelente artículo sobre Benedicto XVI en el séptimo aniversario d pontificado. Verdaderamente BXVI es ese “hombre eterno” d Chesterton. saludos desde España. DLB

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