Venezuela en el espejo

venezuela-crisisEl Observador de esta semana ha decidido hacer un especial sobre la situación de Venezuela y lo que puede pasar en otros países –incluyendo a México, por supuesto—si no somos capaces de “poner nuestras barbas a remojar”.

Desde luego lo primero de todo es la solidaridad cristiana con un pueblo que sufre.  Pero la solidaridad también bucea en la historia, en los hechos.  Venezuela es el resultado del triunfo de la ideología sobre la realidad. Punto.

Con todo el rigor periodístico del que somos capaces, damos al lector un panorama completo de por qué, dónde, cómo y cuándo se perdió este país que pudo y puede llegar a ser un coloso de América Latina.

Desde luego, también tomamos en cuenta la mediación del Papa Francisco y las posibilidades de que el conflicto se arregle mediante esta intermediación.  Y los esfuerzos de la Iglesia católica venezolana, que no se calla y que ha exigido a oposición y gobierno sentarse a dialogar, antes que sea demasiado tarde.

Pero la advertencia está dada: esto es lo que puede pasar con el populismo, sea de derecha o de izquierda, o de centro.  “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar…”.  México, Brasil, Argentina, los otros “tres grandes” de Latinoamérica, no están exentos de caer en esta tentación de poner la idea por encima de la realidad.  Y hacer de la idea una ideología; es decir un mecanismo de poder sin contexto. Quien tenga oídos, que oiga.

Publicado en El Observador de la actualidad No. 1113