Agenda

PapaFrancisco-banderaMexicoDel 12 al 17 de febrero podría cambiar México. Si escuchamos al Papa Francisco y dejamos atrás la pura espectacularidad (que, por desgracia, nos van a vender, otra vez más, las grandes empresas televisivas) y el jolgorio.

El Santo Padre se toma las cosas en serio. Tan así que se permite bromear (“¿Con tequila o sin tequila?”). Es un espíritu libre. Con la libertad de los hijos de la Iglesia. Inútil tarea la de quienes quieran “absorber” políticamente su estancia en México. Él viene a confirmarnos en la misericordia y en el perdón. Pero hablará.

¿De qué irán sus discursos, sus homilías? No lo sé. Es más, el equipo encargado de coordinar la visita tampoco lo sabe. Con Francisco, casi siempre, lo que dice no es lo que está en el texto. O lo más importante está en su intuición del instante. Donde vea a una indígena, a un joven, a un migrante y lo vincule a sus palabras hay suficiente para cambiar el esquema aprobado.

Lo más claro es su agenda. En Guadalupe, la Virgen y su mensaje (que es, lo dijo alguna vez el propio Papa, el mensaje de su pontificado). En Chiapas, los indígenas (80 por ciento de ellos vive en la miseria); en Morelia, los jóvenes, en Ciudad Juárez los migrantes y, sobre todo, los refugiados…

Como pasó en Cuba, en Bolivia, en Corea, en Brasil, lo que dice el Papa cambia. Y así será en México. Si abrimos el corazón.