Un acontecimiento gozoso

La semana pasada, la Fundación para las Letras Mexicanas y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, pusieron en marcha la Enciclopedia de la Literatura en México, que se podrá consultar, de forma gratuita, en Internet (www.elem.mx).

Se trata —dice la presentación de esta excelente herramienta digital— de “una obra colectiva de servicio cultural. Ofrece a sus visitantes conocimiento, instrumentos de divulgación e investigación, sobre la literatura que se ha escrito en nuestro país a través de los siglos, lo que supone remontarse a épocas donde la idea de México o la idea de país no habían sido imaginadas. Supone también expresiones que se acunan en otras lenguas —además del español— y a los escritores nacidos en otro suelo pero cuya obra o una parte de ella no se explica sin hacer referencia a México”.

Autores, obras, estéticas y grupos, publicaciones, instituciones, multimedia, biblioteca y literatura oral componen el menú de inicio de la ELEM. Cada uno de estos apartados encierra una buena cantidad de datos, biografías, escritos, escuelas, obras, etcétera, pero se trata de un trabajo que debe ir llenándose de contenido; una especie de compendio digital colectivo de la literatura mexicana. Por ejemplo, en “Autores”, hay una nota que dice que se está trabajando en el índice y diccionario de autores nacidos a partir del siglo XV y hasta el siglo XX.

En breve, sigue diciendo la nota, se hospedará el Catálogo Biobibliográfico de escritores de México, elaborado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes que contempla a los autores nacidos a partir de 1920. Cultura letrada y cultura oral, porque también “la cultura oral edifica mundos paralelos a través de la palabra hablada y esta tradición, mayoritariamente anónima, tendrá su nicho en sus manifestaciones originarias y mestizas”.

Hay una gran cantidad de textos sobre las obras y los autores, sobre grupos y tendencias, sobre publicaciones y aspiraciones. Un verdadero mosaico digital que la comunidad cultural, académica y literaria mexicana debe saludar con gozo y contribuir a su difusión. De verdad, muy pocas ocasiones encontramos este modelo de iniciativa que representa la colocación del conocimiento a la mano del usuario.

Los autores de esta iniciativa declaran con certeza, que su objetivo esencial es “poner ante los ojos de los lectores las obras fundamentales de la literatura en México —de dominio público— es otra tarea que acometemos y complementamos con la puesta en disposición de monografías o ensayos de los principales estudiosos de nuestro país y de más allá de nuestras fronteras”. Veo la mano de grandes como Carballo, Hiriart, Pitol, Quirarte, Labastida en todo esto. Y el feliz cumplimiento de la sentencia de Alfonso Reyes: todo lo sabemos entre todos.

Publicado en Revista Siempre!