Fieles a nuestra promesa, en este número de El Observador nos dimos a la tarea de sistematizar el conjunto de tareas específicas que el Papa Francisco nos dejó a los mexicanos (todos) como camino para recuperar la luz frente a estos días de sombra.
Son muchas, variadas, importantísimas. Van desde el pedir perdón (en los hechos) a los indígenas, hasta luchar para que las “tres t” (techo, trabajo y tierra) sean nuestro legado a las generaciones venideras. Tocó todos los temas que nos preocupaban. Y los que no, los tocó en el avión de regreso a Roma. Continuar leyendo
El presidente Enrique Peña Nieto y su esposa no tuvieron más que rendirse, como todo el gabinete, a la fe de los jóvenes del pueblo mexicano. Qué grande sorpresa para todos ver que México tiene una juventud creyente, pujante, esencialmente católica.
La oración para la visita del Papa propuesta por los obispos de México es la siguiente:
Del 12 al 17 de febrero podría cambiar México. Si escuchamos al Papa Francisco y dejamos atrás la pura espectacularidad (que, por desgracia, nos van a vender, otra vez más, las grandes empresas televisivas) y el jolgorio.
Dentro de un mes, el Papa Francisco estará pisando suelo mexicano, en un viaje apostólico anhelado por los católicos (83 por ciento de la población mexicana) y esperado, con múltiple actitud, por los no católicos.
El mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Paz, celebrada el 1 de enero, apenas amanecido 2016, nos da una pista para enmendar los propósitos ineludibles de Año Nuevo: vencer la indiferencia.
Hace poco escuché a un obispo referirse al “problema” de la visita del Papa a México, en son de broma, por supuesto. Pero algo se escondía detrás de esta guasa. En realidad para un país como México la visita de Francisco pone a bailar en la cuerda floja a muchos.
Está por concluir la visita pastoral del Papa Francisco a Cuba y Estados Unidos. Visita histórica por los encuentros, las advertencias, las innovaciones, las sorpresas, los tragos amargos, los tumultos, el oportunismo político y la efervescencia de una Iglesia, la Iglesia católica, más viva que nunca.
La Iglesia en Cuba, tantos años silenciada por el régimen castrista, ha adquirido nuevos bríos, sobre todo con la anunciada visita el próximo mes de septiembre del Papa Francisco a la isla caribeña, antes de su pasaje en los Estados Unidos.