Hay muertes estúpidas, pero morir por tomarte un selfie o autorretrato “perfecto” es, quizá, la más estúpida manera de despedirse de este mundo.
Con el respeto que merece toda pérdida humana, los datos indican que en los últimos siete años (hasta principios de 2018) han fallecido 259 personas tratando de tomarse el autorretrato más ingenioso, más arriesgado, más original o, simplemente, el que más “likes” debería haber llegado a tener. Continuar leyendo