Tal vez 2016 sea recordado, en los medios de comunicación, como el año de las paradojas. Lo que se anunciaba que se iba cumplir, no se cumplió. Y lo que se anunciaba como imposible, se volvió posible. La realidad, la tozuda realidad, se ha impuesto, finalmente, a las predicciones y propuestas de los grandes medios y de los gobiernos.
Por principio de cuentas está el ejercicio de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea: el “Brexit”. Nadie creía, mucho menos el primer ministro David Cameron, que fuera a triunfar el no a seguir unidos con Europa continental. Todo estaba preparado para seguir. Y de pronto el gozo se fue al pozo. No hubo una encuesta que le atinara al resultado del referéndum. Continuar leyendo