Internet puede demoler la salud de los niños. Pero, usado con inteligencia y, sobre todo, capacidad de servicio, puede ayudarlos a crecer con salud (deteriorada por el consumo excesivo de carbohidratos, el sedentarismo, la exposición prolongada a los medios, etcétera).
Lo segundo es el caso de un niño inglés de apenas 12 años de edad, Harrison Wright, quien ha transformado su personal lucha contra la obesidad en una fuente de inspiración, en un camino de superación para otros menores hoy aquejados de una de las más graves situaciones de salud pública que enfrentan países como México: la obesidad infantil. Continuar leyendo