Cultura y futuro

Alguna vez leí —se me quedó grabado el dato— que el PIB de Broadway (el distrito cultural de Nueva York) era similar al PIB de una república centroamericana, me parece que El Salvador. La llamada “economía naranja” (por llamarla de algún modo, como se llama “la economía verde” a la ecológica) es decir, la que proviene de apreciar económicamente a la cultura, puede (y debe) salvar al mundo y, desde luego, a nuestro país.

Hace pocos días, en El Heraldo de México, apareció en portada un interesante informe sobre la “economía naranja” mexicana. Continuar leyendo

Los católicos

Durante 15 años, cada dos meses, un grupo animado por Vicente Leñero se reunía para hablar de Dios.  La muerte del autor de Los albañiles disolvió al grupo, pero su memoria y su intimidad siguen pendiendo de cada uno de ellos, de Estela Franco, viuda de Leñero, de Myrna e Ignacio Solares, Alicia y Paco Prieto, Javier Sicilia, Eduardo y Analú Garza; la hija de los Leñero, Mariana, y su esposo Ricardo Solar…  Todos ellos han vertido sus memorias en el libro “Los católicos” que edita Proceso.  El texto tiene como subtítulo la materia de la que tratan los artículos: “Vicente Leñero en torno a la fe”. Continuar leyendo

Dos consejos para periodistas y escritores de Svetlana Alexievich

svetlana_alexievichSvetlana Alexievich (Ucrania, 1948), la escritora y periodista bielorrusa recientemente galardonada con el Premio Nobel de Literatura 2015 estuvo en México en marzo de 2003 para dar una conferencia en el ciclo “Cartas del destierro”, que la Casa Refugio Citlaltépetl organizó en el Palacio de Bellas Artes.

Hasta donde se sabe, en español, solamente se ha traducido su libro Voces de Chernóbil (Siglo XXI) en donde reúne testimonios de distintos personajes relacionados con la catástrofe del reactor nuclear ruso, ocurrida la noche del 26 de abril de 1986. Continuar leyendo

La sombra del Nobel

La literatura china me es totalmente ajena.  Cuando nombraron al Premio Nobel de este año, el escritor de 57 años Mo Yan, personalmente di vuelta a la página.  Como con Gao Xinjang, premiado en el 2000 y cuya obra La montaña del alma  me pareció inaccesible, Mo Yan estaba muy lejos de mí.  Y digo «estaba» porque una entrevista suya me reveló que es un escritor con el que puedo tener afinidad.

En 2010, Mo Yan concedió una entrevista a Phoenix TV, un canal de Hong Kong, en la cual hizo esta confesión: Continuar leyendo