Uno de los videos más compartidos de la visita de seis días del Papa a México fue el del jalón que le dio un joven, al tratar de robarle a otro el rosario que Francisco le estaba dando. Esto, como todos ya saben, motivó que el Pontífice se fuera de boca encima de la cabeza de un enfermito que estaba en su silla de ruedas, recibiendo, también, el cariño del Santo Padre.
Y, como suele suceder en estos incidentes provocados por el verdadero furor que el Papa provoca en las multitudes, y más de jóvenes, la prensa se fue con el “mal genio” de Francisco, sus invectivas y la transformación de su cara sonriente en un rictus de enfado y fiereza. Continuar leyendo
Los medios son escasos, la inventiva es alta en Cuba. Por decir un ejemplo reciente, 80 niños de distintos municipios aledaños al de Pinar del Río, formaron la Red Infantil de Cine y Televisión Comunitaria.
Un importante principio teológico de San Ireneo de Lyon explica que “lo que no se asume no se redime.” La prueba de la validez de este principio es el propio Jesús. Asumió la muerte en la cruz para redimir al hombre. Él nos enseñó que el vino nuevo no entra en odres viejos y que para vivir la vida de salvación hay que matar al yo (si el grano de trigo no muere…) para encontrarlo en el nosotros: el yo-tú de la vida verdadera.
La oración para la visita del Papa propuesta por los obispos de México es la siguiente:
Hay pocas condiciones de vida más tristes que las que tienen que enfrentar los refugiados, los desplazados, los que huyen de su tierra. Víctimas del odio, el odio les quita todo.
Del 12 al 17 de febrero podría cambiar México. Si escuchamos al Papa Francisco y dejamos atrás la pura espectacularidad (que, por desgracia, nos van a vender, otra vez más, las grandes empresas televisivas) y el jolgorio.
Hemos perdido esa valiosísima costumbre. Mi suegro, la usaba cada vez que iba a emprender una acción: “En el nombre sea de Dios”. Luego agregaba: “Y de María santísima”. Volteaba su mirada pícara y te decía: “Con esa compañía, ¿qué cosa mala te puede pasar?” Ninguna, por supuesto. Pero ya no lo decimos. ¿Será porque ignoramos el verdadero nombre de Dios?
Dentro de un mes, el Papa Francisco estará pisando suelo mexicano, en un viaje apostólico anhelado por los católicos (83 por ciento de la población mexicana) y esperado, con múltiple actitud, por los no católicos.
En muchas partes de México se tiene a los poderosos narcotraficantes como una suerte de súper héroes que desprecian la muerte, que burlan al gobierno, traen camionetas último modelo, se baten a tiros con sus contrincantes, a veces los descuartizan o los disuelven en aceite hirviendo, y sostienen poblaciones completas, como el rancho Las Tunas, donde “El Chapo”, Joaquín Guzmán Loera, es el modelo de self-made man a seguir.