Las selfies son un distintivo de la nueva era. Esas fotografías auto producidas que llenan hoy las redes sociales, y que muestran al sujeto en todas las situaciones de su vida, han vuelto loco de alegría más que al mercado de los smartphones, a la industria del maquillaje y de los cosméticos (tanto para mujeres como para hombres).
En un reportaje reciente de BBC se muestra cómo, por ejemplo, en la compañía Estée Lauder, la división de cosméticos ha sido la que más ha crecido en el último año: 9 por ciento. Los voceros de la empresa, que comercia marcas como Clinique, MAC y Bobbi Brown comentan que “ha habido un cambio en las preferencias de los consumidores”. Continuar leyendo
Empecinados en debatir quién habló bien o mal de la muerte (y de la vida) de Juan Gabriel o si Trump no debió haber sido invitado por Peña Nieto, pasamos de largo, la semana anterior, la visita a nuestro país —concretamente a Querétaro— del Premio Nobel de Literatura Jean-Marie Gustave Le Clèzio.
Hace algún tiempo se decía que la imagen mató a la palabra escrita, así como había matado a las estrellas de la radio. Desde luego son exageraciones de la mercadotecnia de la imagen. Pero algo se asoma en el horizonte (que, quizá, no se pudo hacer con la radio): la interdependencia de medios periódicos impresos y el video.
La televisión, los moretones y sus medallas de oro y plata a los 31 años de edad, una edad “avanzada” en estos Juegos Olímpicos en los que la medicina deportiva ha hecho que jóvenes de 19 años, o de 15, casi niños, sean los protagonistas, pusieron al nadador estadounidense Michael Phelps en la cumbre de las menciones en redes sociales durante la primera parte de Río 2016.
El teólogo y filósofo brasileño Leonardo Boff en un artículo publicado recientemente, (“Las cuatro amenazas contra la Casa Común”) sistematiza sus conocimientos de ecología y alerta sobre los desafíos que “exigen de nosotros especial cuidado”: la visión de la Tierra como objeto de explotación; la proliferación de las armas de destrucción masiva; la falta de agua potable y el calentamiento global.
Los horrores del exterminio nazi en contra de los judíos, la “solución final” podría ser un tema que ya no estuviera en la memoria colectiva de las generaciones más jóvenes en el mundo. Cuando menos es lo que se desprende de un reciente análisis de la UNESCO, realizado en los planes de estudio de educación básica vigentes en 135 países de los cinco continentes.
El reality show que ha montado Donald J. Trump para llegar a la Casa Blanca ha sido denostar a México y lo mexicano. La estrategia que lo ha llevado, incluso, a enfrentarse con medio mundo, incluido el Papa Francisco. La pregunta es: ¿de dónde se cuelga Trump para alimentar esta estrategia? ¿Qué hay detrás?
Que en el mundo de hoy existan trabajadores esclavos, pareciera ser una historia fantástica, derivada de un pesimista que vive en el pasado, cuando la conquista y colonización de América. O de África. La nueva teología, la del dios-mercado, nos hace creer que detrás de las marcas consagradas hay honestidad, trabajo duro y bien remunerado, talleres de primera calidad.
Desde hace tiempo se viene anunciando un fuerte declive de los medios impresos, sobre todo del periódico diario. La industria ha estado batallando para permanecer como referente a la hora de nombrar las vías de información que tiene la gente. Pero parece que va perdiendo la guerra contra los medios digitales, concretamente contra Internet.
Apenas el sábado 11 de junio la comunidad internacional se enteraba del tiroteo en el que fue asesinada la cantante de “The Voice”, Christina Grimmie (22 años de edad) en Orlando, Florida, y la madrugada del domingo 12 esta emblemática ciudad del imperio Disney volvía a cubrirse de sangre.