Los horrores del exterminio nazi en contra de los judíos, la “solución final” podría ser un tema que ya no estuviera en la memoria colectiva de las generaciones más jóvenes en el mundo. Cuando menos es lo que se desprende de un reciente análisis de la UNESCO, realizado en los planes de estudio de educación básica vigentes en 135 países de los cinco continentes.
El estudio —Situación Internacional de la Enseñanza del Holocausto— realizado por la propia UNESCO y el Instituto Georg Eckert de Investigación Internacional sobre Manuales Escolares, encontró que en los planes de estudio de 14 países —un poco más de 10 por ciento de la masa analizada— no existe siquiera una sola mención al Holocausto.
Los alumnos de Bolivia, Guyana, Kirguistán, Azerbaiyán, Iraq, Egipto, Camerún, Ghana, Benín, Islandia, Tailandia, Bangladesh, Nepal y Angola, no reciben ningún tipo de instrucción sobre el Holocausto, es decir, la persecución y el asesinato sistemático, burocráticamente organizado y auspiciado por el nacionalsocialismo hitleriano de millones de judíos.
El asunto no es de poca monta: la historia que no se conoce tiende a ser repetida. Y lo que la UNESCO recomienda en su análisis —que revisó 272 planes de estudio en vigor y 89 manuales escolares publicados en 26 países desde el año 2000— es “que los países elaboren planes y programas de estudio que enseñen de manera contextualizada” el tema del Holocausto y con ello se evite en lo posible “la reproducción de estereotipos”.
Los datos arrojados por el análisis de la UNESCO muestran que el tratamiento del Holocausto “está sujeto a patrones comunes de representación” y forma parte de los planes de estudios de la asignatura de historia en aproximadamente la mitad de los países analizados, con diversos contextos y terminologías.
En la mayor parte de los casos, se presenta el Holocausto en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, aunque también figura en las lecciones sobre las violaciones de los derechos humanos. Por ello, entre las recomendaciones del análisis figura como la primera y la más importante “Mencionar explícitamente el Holocausto e incluir en el plan de estudios de la asignatura de historia el aprendizaje histórico sobre ello”.
Por cierto: podemos comenzar en casa.
Publicado en Revista Siempre!
