News Corp. de Rupert Murdoch, y Apple, de Steve Jobs, han cerrado un convenio mediante el cual se producirá un periódico diario exclusivo para poseedores de iPad. El diario, cuyo título lleva implícita su periodicidad, se llamará “Daily” y no podrá ser leído en otra instancia que no sea en la tableta inventada por Jobs. Costará un dolar a la semana.
Son dos gigantes que se unen para producir periodismo, lo cual quiere decir que el periodismo —lejos de todas las voces agoreras que proclaman su fin— goza de cabal salud. Ahora bien, los derroteros del periodismo son otra cosa: por lo pronto, esta alianza confirma la tendencia general del periodismo especializado, ya no abierto sino dirigido a un sector minoritario de la población.
Lo cual tiene ventajas y desventajas. Las ventajas están en el contacto constante con el usuario, el conocimiento de su perfil, de sus gustos, de su estilo de vida. Las desventajas están ceñidas en el humanísimo método de darle a cada quien lo que quiere que le den. Es decir, darle al lector de “Daily” el tipo de información que refuerce su posición ideológica, sus gustos, sus aficiones y sus egoísmos, dejando a un lado fenómenos propios de la comunidad a la que todos los periódicos deben tender.
En febrero próximo saldrá la nueva generación de iPad. Según la gente de Apple, el “Daily” podrá ser un buen pretexto para su venta. Dicen que será la combinatoria entre una publicación popular y la información inteligente, de periódicos “serios”. Murdoch, por lo pronto, ya contrató a cien periodistas para que le pongan contenido al cotidiano electrónico que será solamente eso: no va a ir a impresión ni tampoco tendrá una página web donde se le pueda consultar. Exclusivo quiere decir eso: exclusivo.
Esto marcará, sin duda, una tendencia. Los periódicos en papel, tarde o temprano, van a ir disminuyendo su tiraje, mientras irán creciendo los diarios electrónicos. Pero, por la posibilidad de que se tengan acceso a muchos de ellos, vamos a ver cómo la especialización va a ir avanzando en este último rubro. Y con ello, la revalorización de la profesión periodística, cosa muy importante a ser tomada en cuenta cuando, en el futuro, se hable de miles de periódicos dirigidos no al público en general, sino a un grupo determinado de personas, que comparten inquietudes similares y que podrán crecer, culturalmente, aunque sea mirando la pantalla del iPad.