El Observador de esta semana dedica su tema principal no a la queja por las políticas echadas a andar por el presidente de Estaos Unidos, sino a lo que está haciendo –desde hace mucho tiempo, desde siempre– la Iglesia católica en su conjunto.
La infografía de la página 2 revela, de un solo vistazo, el enorme esfuerzo católico de México y Estados Unidos por aliviar el dolor y por dar esperanza a migrantes y refugiados. En la 3 se detallan algunas de estas acciones, mientras que la 4 y la 4 se dedican a dos iniciativas asombrosas: la Casa de Hospitalidad Juan Diego en Houston y el desayunador salesiano “padre Chava” en Tijuana.
Un matrimonio de laicos y un sacerdote fundaron ambas iniciativas, que hoy son el refugio de cientos de refugiados, migrantes y la mayoría, buenos seres humanos (no “bad hombres”, como luego se suele pensar por ahí). Desde luego, no podríamos dejar de lado las historias del santo de los migrantes: San Toribio Romo. Historias que conmueven y mueven a la acción. H
istorias de éxito en el amor al hermano más débil. Historias desde el corazón de la Iglesia católica envueltas en un solo mensaje: “Fui forastero y me recibiste…” ¡Buena lectura!
Publicado en El Observador de la actualidad No. 1128