Doble moral, palabrotas y asesinatos

Las televisoras estadounidenses pueden pasar lo que quieran en horario nocturno, pero son vituperadas si a un actor se le sale una grosería en horario matutino. En una serie de la Warner vi que un actor decía: “No disfruto matando gente, pero lo hago bastante bien”. Mientras tanto, el canal nacional ABC y el actor Tom Hanks tuvieron que disculparse públicamente porque Hanks dijo una palabrota en vivo, durante el programa matutino Good Morning America. Continuar leyendo

Un “caballero” a la medida del nuevo capitalismo

Cuando el secretario estatal del Trabajo, Tonatiuh Salinas, ordenó el cierre temporal de la empresa coreana Sam Won, proveedora de Samsung y situada en el parque industrial Querétaro, estaba aplicando, sí, una medida cautelar en contra de la planta y de su supervisor Kim Jaeoak, pero también en contra de un malestar intangible que recorre el modelo de trabajo del nuevo capitalismo, mismo que Richard Sennett analiza y define en un libro fundamental llamado La corrosión del carácter. Continuar leyendo

El espíritu de la cristiada sigue vivo

Tras el éxito de la película Cristeros , protagonizada por un reparto multiestelar, se está exhibiendo la película Los últimos cristeros , del joven cineasta mexicano Matías Meyer. Un filme poético, que recupera el relato de Antonio Estrada, Rescoldo, sobre los ecos de la guerra cristera en el estado de Durango, cuando ya todo parecía «arreglado» entre la Iglesia católica y el gobierno. Continuar leyendo

La guerra y el humanismo

Si don Efraín González Luna —fundador e ideólogo del PAN— hubiese sido consultado por el hijo de uno de sus mejores amigos sobre si se justificaba, desde la plataforma de su partido, emprender una guerra contra los enemigos de la patria o contra el crimen organizado, hubiera respondido, tajante, que no.

Don Efraín había tenido contacto, en 1942, con el gran filósofo cristiano Jacques Maritain. Continuar leyendo

Amanda Todd

El pasado 10 de octubre, sin que mediara una acción delictiva, según el parte rendido por la policía montada de Port Coquitlam (Columbia Británica) de Canadá, “apareció” en su casa el cadáver de la jovencita de apenas quince años de edad Amanda Todd. Suicidio por causas no conocidas, reiteró el parte policiaco. ¿No conocidas?

Desde hacía tres años, la vida de Amanda, ventilada por Internet, era un infierno perfectamente conocido por varios cientos Continuar leyendo