Hace mucho tiempo no leía una novela de un tirón como me acaba de suceder con El invitado del Papa de Vladimir Volkoff (1932-2005). Editado por «El buey mudo» (en memoria de quien así apodaban, Santo Tomás de Aquino), que dirige en España mi amigo Antonio Arcones, el libro de Volkoff, francés e hijo de exiliados rusos, es lo que podría llamarse una novela teológico-policiaca en la cual el Tercer Secreto de Fátima juega un papel esencial.
La historia parte de un acontecimiento que tuvo efecto el 6 de septiembre de 1978, cuando el Papa Albino Luciani, Juan Pablo I, recibió al arzobispo metropolitano de Leningrado y «número dos» de la Iglesia ortodoxa rusa, Nikodim. En el transcurso de la audiencia del efímero Papa Juan Pablo I (su pontificado duró solamente 33 días antes de morir de un paro cardiaco), el propio metropolitano de Leningrado (hoy San Petersburgo) falleció en los brazos del «Papa de la sonrisa», quien alcanzó a darle la absolución. Poco se ha hablado de ello. Y mucho sobre el dizque asesinato del Papa Luciani.
Vladimir Volkoff montó una gran novela de suspenso que va desde los horrores de la Segunda Guerra Mundial hasta los aciagos días del 78, lastrados por el ascenso de las Brigadas Rojas en Italia, la muerte de Paulo VI y el asesinato de Aldo Moro. La Mafia, la represión soviética a la Iglesia ortodoxa rusa, su oficialización y su lucha interna por sobrevivir a Stalin y a quienes le siguieron en el gobierno y en la KGB, forman parte del decorado de la novela. El sentido teológico tiene que ver con la unión de las iglesias y con el mensaje de Nuestra Señora la Virgen de Fátima para que «todos seamos uno».
No es una novela moralista. Es, más bien, una novela durísima, que no da tregua, que denuncia, por ejemplo, que el humo de Satanás está metido en el Vaticano, y que hay muchos «buenos» que le rinden culto al Mal. Pero, como es el caso de la Iglesia, el tono es de esperanza: las fuerzas del demonio no prevalecerán. Yo le sugiero que, a través de http://www.criteriaclub.mx/ o en su librería, compre esta novela. No se va a despegar de ella.