El fenómeno mundial de Sor Cristina ha sido interpretado por muchos como resultado directo de lo que llaman los medios y los vaticanistas “el efecto Francisco”. Es decir, la influencia mundial del Papa en la apertura de la Iglesia a la televisión, la radio, la prensa, las revistas, los concursos de voces y talentos de gente desconocida…
Sí, es el “efecto Francisco” pero al revés de cómo nos lo presentan los comentaristas supuestamente enterados. Continuar leyendo