Desde hace tiempo los economistas como el estadounidense Ryan Avent (1979), autor de La riqueza de los humanos, están proponiendo el concepto de renta básica universal. Esto quiere decir, más o menos, que la riqueza producida por una comunidad debe ser repartida entre todos sus miembros.
Cada ser humano, por el hecho de haber nacido, tendría derecho a un sueldo básico. ¿Sin trabajar? De eso se trata el concepto novedoso de la renta básica. Desde luego, el que trabaja, puede tener más bienes. Pero su límite es la necesidad de los demás. “Todo el mundo merece una porción de los beneficios”, piensa Avent. Sobre todo en la sociedad tecnológica, en la que millones de personas ya no tendrán fuentes de trabajo: serán ocupadas por máquinas. Continuar leyendo