Los estudios señalan que noventa y cinco de cada cien anuncios publicitarios de la televisión no son recordados por el público. Es decir, solamente cinco de cada cien tienen la suerte de ser recordados, y eso por un lapso no mayor a las veinticuatro horas posteriores a ser vistos.
La pregunta es: ¿por qué se gastan millonadas en estos instrumentos de publicidad que fallan noventa y cinco veces de cada cien? Continuar leyendo